EN EL METNAL 281108
La crisis que hoy nos afecta a todos los humanos que vivimos en sociedades modernas, inició en EEUU con las hipotecas. Durante muchos años el valor de las propiedades estuvo subiendo constantemente. En esos años de bonanza se relajaron los criterios crediticios. Los bancos para poder prestar más juntaban o empaquetaban créditos hipotecarios con unos instrumentos financieros llamados Bonos Respaldados por Hipotecas. Estos se vendían en los mercados financieros a otros bancos, fondos de pensiones, aseguradoras e inversionistas.
El problema inició cuando los precios de las propiedades dejaron de subir y en algunos casos empezaron a bajar, debido a una oferta mayor que la demanda. Como respuesta, algunos bancos llegaron a prestar sin enganche para comprar casas (prestaban el 100% del valor de la propiedad) y en algunos casos prestaban a personas que no tenían empleo o no eran sujetos de crédito. Al bajar el valor de las propiedades, muchas personas se dieron cuenta que debían más dinero al banco que lo que valía su propiedad. Por lo tanto dejaron de pagar sus créditos hipotecarios. Los propietarios de estas deudas entraron en pánico y empezaron a vender sus bonos. Esto causó una estampida de venta de estos bonos.
Ahora bien, los dueños tienen obligación de valuar los bonos en su contabilidad al valor de mercado. Al haberlos comprado a 100 dólares y tener que valuarlos a precios muy inferiores, la diferencia es una pérdida que tiene que reflejarse en el estado de resultados. Esto ha ocasionado que muchas empresas como bancos, aseguradoras y reaseguradoras, hayan tenido que reportar pérdidas millonarias y en algunos casos los bancos que no han podido conseguir más capital, hayan quebrado por esta razón.
Ahora bien, ¿al resto de la economía como nos afecta? Los bancos por la incertidumbre del “¿qué va a pasar?”, están dejando de prestarle a empresas y o personas. Esto está sucediendo a nivel mundial. Y, en caso de que lleguen a prestar, piden más garantías y/o suben el costo del préstamo. Las empresas bajan niveles de inventario, reducen costos y bajan sus utilidades. Esto está causando que las empresas dejen de vender, tengan que reducir gastos y hasta tengan que despedir gente. En suma, el dinero se ha vuelto muy caro y escaso. Por ello, los consumidores bajan su velocidad de compra y los productores deben bajar el ritmo por que hay existencias en bodega que no se venden.
Estamos viviendo una crisis de confianza a nivel mundial. Como dice el dicho “el miedo no anda en burro”. Como en muchos casos cuando hay cualquier tipo de crisis el “por si acaso” hace que la crisis salga de proporción. Esto es básicamente lo que está pasando. El miedo de muchos inversionistas está haciendo que se propague esta crisis como un virus a nivel mundial. Ya se contagió Europa y Asia. Ya está afectando a México y aun cuando nuestros gobernantes lo nieguen esto llegará a pegarnos.
¿Y mientras tanto,qué podemos hacer?
A nivel personal
Ø Cuidar su trabajo. Evita las tonterías tradicionales pues otro lo puede hacer mejor por menos.
Ø Bajar el nivel de gastos personales. Es necesario en éste momento ser frugal.
Ø Ahorrar lo más posible. Nunca mas conveniente.
Ø Mantener nuestro dinero en el banco. El tener su dinero debajo del colchón, con el compadre o en alguna caja de ahorro no necesariamente da garantía alguna.
Ø Bajar lo más posible sus deudas, sobre todo las deudas que tengan una tasa de interés que no sea fija. Me refiero a tarjetas de crédito y créditos personales. Las tasas de interés pueden llegar a subir. Entre más rápido puedan pagar estos créditos mejor. NO paguen sólo el mínimo que muestra el estado de cuenta, triplica esa cantidad.
Ø Analiza la tasa de interés que estás pagando por tus deudas y asegúrate de estar pagando tasas competitivas.
Ø La diferencia entre usar una tarjeta de crédito y endeudarse con una tarjeta de crédito es fundamental. El primer caso es aquél que utiliza su tarjeta y la paga completa cada mes. El segundo caso es aquél que utiliza el crédito que da el banco o la tienda departamental y no logra liquidar el saldo. El primero no tiene ningún problema por que no hay costo. El segundo paga intereses muy altos.
Ø Las tarjetas de crédito y las tarjetas de las tiendas son una tentación enorme. No saquen nuevas, e incluso, si pueden cancelar algunas háganlo. En un futuro podrán volver a sacar una nueva si es necesario.
Ø Por contra, en el caso de los créditos hipotecarios (Infonavit, etc) a tasa fija, en este momento es mejor no adelantar pagos, sino ahorrar el dinero. NO dejen de pagar a tiempo sus casas. Es su patrimonio más importante.
Ø Sean muy precavidos con las ofertas de “Meses sin Intereses”. Puede llegar a ser una trampa esta forma de mercadotecnia que muchas tiendas utilizan para vender más.
Ø Tener cuidado con dar préstamos a otras personas. Es dinero que es probable que no vuelva uno a ver.
Ø Mantenerse saludables. MUY IMPORTANTE. Las enfermedades cuestan dinero. Pónganse a dieta, bajen de peso, hagan ejercicio, es tiempo de eliminar el cigarro y bajarle al alcohol.
Ø Comentar todo esto con sus familias. Es importante que sus parejas y sus hijos lo entiendan.
En el trabajo:
1. Cuidar a los clientes.
2. Cobrar más rápido. La nómina se paga de la cobranza.
3. Financiar la cartera lo menos posible.
4. Bajar los gastos lo más posible.
5. Cuidar los activos de la empresa (coches, fotocopiadoras, computadoras, etc.)
6. Vender más.
7. Seamos más eficientes con la utilización de nuestra gente y tratemos de eliminar al máximo el tiempo improductivo y el tiempo extra.
Espero que puedas acomodar algo de éstas conductas en tu actividad diaria, no es fácil lidiar con una crisis y menos cuando es la primera que vemos, es global, es mundial y los desastres puede llegar a ser muy duros de soportar. Cuidate, cuida lo tuyo y a tu familia.