DE LA CAVA DEL PATRÓN 281108

MI OFICINA

Lucas adulto, ya entrado en la recta final de su madurez y en la antesala de la cuesta abajo, quiere compartir con la concurrencia de la aventura que vivió en la semana que concluye en éstos dias (recordad efímeros mortales que hoy ya es sábado 291108 y para los que ésto lean lejos de la fecha, el final de la semana se daba con los días 5, 6 y 7).

Motivado por varios factores, Lucas madurito decidió después de pensarlo mucho y hace cosa de 8 meses, que debiera abandonar su oficina para marcar un cambio importantemente favorable a sus planes. Los motivantes antes dichos fueron:

1.- El ímpetu de sus clientes a ver resueltos sus dilemas computacionales in situ, sea oficina, casa o donde marque el menester.
2.- Su consecuente inasistencia a la oficina y poca atención.
3.- La crisis mundial que golpea fuerte y una respuesta prudente de cancelación de gastos cancelables (¡rayos! la oficina entró en ese rubro).
4.- La posibilidad (hermosa y conveniente posibilidad) de seguir desempeñando su profesión sin la oficina.
5.- La deliciosa y peligrosa acción heróica de trabajar en casa.
6.- Es una buena edad la de Lucas para hacerlo.

Existen otras razones mas pero que no son de incunvencia de éste blog, por lo que bastaba con una pero incluso sobran muchas de las anteriores.

Así que el peso de los días fué machacando sistemáticamente la idea hasta transformarla en un plan digerible y factible. Llegado el momento, Lucas acordó con su ofis-meit (que léxico el de Lucas, me llena de terror) que el tiempo había llegado. El otro, sin externar ni acuerdo ni desacuerdo decidió que era también buen momento, por lo que se inició el penoso elucubramiento de determinar fecha y hora.

Primero, fué mudanza hormiga con cada ida y salida de oficina, algún monitor, cpu, teclado o carpeta administrativa. La cercanía con el día final obligó a acelerar el paso y pronto hubo que enfrentar momentos muy rudos: desarticular un lugar de trabajo que nació hace 6 años, desarmar repisas, mesas de trabajo, escritorios, estructura de datos y la madre de todas las pesadillas que en el caso de Lucas fue la basura tecnológica.

Desechos y piezas antiguas, obsoletas, fragmentadas o enteras, servibles o descompuestas. Muchas que llenaron el lugar y acompañaron a diversas personas inolvidables como el socio CJLP, el inolvidable Julio Daniel, los cometas que tuvieron su momento y finalmente, la simbiosis con su "amiguito" de 1.90 Deivid Boy. De suave trato, sin problemas, "crankilo (ejele, base robada al Tiki)" "isigoin", cooperativo y cuate incondicional, saborearon la faena diaria compartida.

Una semana le llevó al cibersoldado Lucas arrancarle los recuerdos a ese lugar. Y la montaña de testimonios computacionales derivó en 2 viajes 2 del camioncito aquí mostrado repleto de la base que hoy nos sustenta en comunicaciones como ésta, la Blogósfera.


La vida sigue, el trabajo sigue, la tecnología sigue y se desarrolla. Pero la lumbalgia condimenta y nutre a los recuerdos de todo lo que formó parte de la vida de Lucas y otros más. Hoy, ya es historia. Fresca, muy fresca. Pero historia.