viernes, 12 de septiembre de 2008

EL POR QUÉ DE LAS COSAS 120908

COMER DE GORRA

Este dicho nos remonta a la época antigua en que los estudiantes vestían de capa y gorra.

Y sucedía que, como buenos estudiantes, eran dueños de un apetito voraz a causa del tremendo desgaste que significaba responder a las exigencias de las universidades de entonces.

Sumado a esto, como muchos de ellos provenían de lugares distantes del país, en las grandes ciudades a las que acudían en busca de la excelencia educativa, no tenían dónde recurrir cuando sus hambrunas eran insostenibles.

Por eso, debían agudizar su ingenio y acudir a picardías propias de la edad para poder llevarse algo al estómago. Uno de los recursos era meterse "de colado" en las fiestas de bautismos, cumpleaños o casamientos importantes, repartiendo reverencias y ceremoniosos gorrazos (saludos hechos con la gorra) y permaneciendo mudos y aislados durante la celebración para no ser detectados por los anfitriones, pero dando cuenta de los apetitosos manjares que se servían en la ocasión.

De ahí, que a esta clase de "invitados" se les llamase despectivamente capigorrones, de donde -por analogía- surgió la expresión comer de gorra, en alusión al hecho de poder hacerlo merced a los saludos realizados con ese elemento.

Con el tiempo, el dicho COMER DE GORRA bautizó a los que acostumbran los beneficios de cualquier actividad sin pago de por medio llamándoles GORRONES.

El ingenio tan fructífero del cantante y flolclorista urbano Salvador "Chava" Flores Rivera (n. 14-01-1920 m. 05-08-1987), los plasmó en su canción LOS GORRONES:

LLEGARON LOS GORRONES

En una fiesta de barriada o muy popoff
no faltan los gorrones;
se da uno cuenta que nadie los invitó
por múltiples razones.

Se cuelan cuatro, cinco, seis, o siete, o diez,
o todo un regimiento,
y se dedican las botellas a vaciar
en menos que lo cuento.

Pero eso sí, llegaron los gorrones;
hay que esconder botellas y platones.

Y si se pone asté en su casa a averiguar
por qué hay tanto invitado,
verá que tres los trajo aquél,
que aquellos seis son de Miguel
y cien de un diputado.

-Yo soy amigo de la hermana de un señor
que no vino a la fiesta.
-Pos yo soy cuate del sobrino de Nabor... ¿pos cual Nabor?
Nabor el de la orquesta.

-A mi me dijo el de la tienda: "¡Ay, vaya usted,
que va a estar rete suave!".
-Yo soy hermano de la criada que está aquí...
y hasta me dio la llave.

Pero eso sí, llegaron los gorrones;
hay que esconder botellas y platones.

Cuando en su casa nadie lo conoce a usted
la cosa es ya funesta;
si quiere una copa beber a sus gorrones diga asté:
-Invítenme a otra fiesta, ¿no?

Ahora sí, llegamos los gorrones;
aquí voy vaciando botellones.

-Yo soy amigo de la hermana de un señor
que no vino a la fiesta;
también soy cuate del sobrino de Nabor...
-¿Nabor? ¿Cuál Nabor?
-Nabor el de la orquesta.


JOYAS DEL IDIOMA.

Watsonadas:

INTENTE DECIR: Estoy absolutamente seguro de que tu idea es descabellada.
EN LUGAR DE: No mames, güey.

Yucatequeando con mi hija.

A las palabras que terminan con « n » las cambiamos por la « m » Asi los turistas que visitam Cancúm traen su cupóm para Chichém y las personas que viven en la colonia Alemam, se bañam com jabom, tomam su camiom y les gusta el agua de limom…… Mare suena mas mejor asi, hija.

Para cerrar, silogismos:

Cuando bebemos alcohol en exceso acabamos borrachos....
Cuando estamos borrachos dormimos....
Mientras dormimos no cometemos pecados.. ..
Si no cometemos pecados vamos al cielo...
Conclusión: para ir al cielo hay que ser un borracho

Ja, ja. ¿Será...?

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