viernes, 22 de agosto de 2008

CRONICAS DE TONTILANDIA 220808

LA EDUCACIÓN EN TONTILANDIA.

La forma en que se comporta el sector educativo con sus generaciones jóvenes en tan notable nación, resulta ser todo un poema al absurdo, una apología (Discurso de palabra o por escrito, en defensa o alabanza de alguien o algo.) a su contrario, un lindo lío que pierde el objetivo: educar.

Veamos con lupa y lógica lo que compone a éste sector:

1.- Las autoridades educativas y el sindicato magisterial siempre están en desacuerdo. Las autoridades no pueden hacer trabajar a los maestros, no pueden contratar libremente a los maestros, no pueden cambiar los planes de estudio ni adaptarlos a la modernidad sin el consentimiento del sindicato. El sindicato exige mayores aumentos de sueldo y jornadas menores de trabajo, previa amenaza de huelga. Tienen faltas justificadas, permisos sindicales, días económicos (con lo que maldita sea la cosa que signifique), sueldo completo por un año, trabajando 10 meses, suspensión de labores un día si y al siguiente también. Que estructura, digna de Tontilandia.

2.- Las escuelas están divididas en dos sectores principales, las escuelas oficiales y las privadas. Las oficiales viven despacio, con calma, sin prisas, no hay necesidad de apretar el paso, al fin que los estudiantes son muy brutos. Los listos, van a las otras escuelas. Las escuelas privadas son un negocio, es más, un negociazo. Paraísos fiscales, donde los padres aportan año con año cantidades para construir los edificios, se les venden los libros, cuadernos, lápices, plumas pues sólo sirven con el logotipo de la escuela, igualmente los uniformes que son para el diario, para deportes, de gala, para sábado y domingo también. Cuando es el cumpleaños del director, se aportan $500.00 tontilines (moneda oficial del país) equivalentes a $50.00 US dólares estadounidenses. ¿Becas? Argh, el demonio se apareció.

3.- Los maestros están siendo presionados para que se preparen, se actualicen. Después de sus respectivos amagues con huelgas, reuniones con la Vampiresa (mote cariñoso que tiene la lideresa del sindicato tontilandés del magisterio) y tras haber hecho una cuantiosa aportación a su peculio, se acepta que se les haga una evaluación. En ese examen, el 79% de los maestros fue registrado copiando a su vecino, el 85% salió no apto para el puesto y la decisión final fue solicitar que acudan a capacitación, a lo que la respuesta sindical fue que se hiciera únicamente en horario de trabajo ya que cada maestro tiene muchas actividades en horario fuera de la jornada laboral. ¡Oh rayos!

4.- Alumnos. Por decreto oficial, deben ser aprobados el 90% de la lista de inscritos, por lo que la labor mas difícil del magisterio es encontrar como hacer aprobar a ese número de alumnos, pues es gigantesco; dado que ni siquiera saben copiar su nombre, menos lo logran con la respuesta del vecino que copió al vecino. Los alumnos tienen solo interés en su nuevo teléfono celular, divertirse con su consola de juegos, escuchar música, chatear con sus compañeros después de haber convivido 4 o 6 horas en la escuela o de plano, descansar. Vaya futuro tiene la nación.

Así que la educación en Tontilandia refleja perfectamente la situación del país, una forma tan particular de hacer las cosas que mas vale Tontilandia para los tontilandeses, así lo prefiere el mundo entero.

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