viernes, 23 de octubre de 2009

CABEZA DE CUENTO. Variaciones Sobre el Mayordomo

Misterio
Al concluir la novela policíaca supo el lector que el suicida era el mayordomo.

Espejo
En la última página, el autor se dio cuenta de que el mayordomo era él mismo.

Asesoría
Leída la novela policíaca sin que apareciera el criminal, el acaudalado lector pidió a su mayordomo que le aclarara el misterio.

Cambio de piel
El aficionado llamó al mayordomo para que le diera la clave de la novela policíaca. Este no se presentó: ¡Había renunciado a la literatura!

Al pie de la letra
El mayordo aprovechó el sueño del lector de la rara novela policíaca para desprender, cuidadosamente, el último capítulo del único ejemplar asequible. Su inocencia quedó asegurada por un lapso prudencial.

CARLOS ANTONIO CASTRO.

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