sábado, 21 de julio de 2012

INTERREGNO 2012.

Esa palabra tan rimbombante y sabrosa de pronunciar indica el periodo en que un estado carece de soberano. Nótese que evité lo que he leído pero sobretodo escuchado en los descuidos tan abundantes de la televisión, "el periodo de tiempo"; hasta donde he vivido y mi entendimiento me lo permite, jamás he presenciado un periodo de metros, o un periodo de kilogramos, mucho menos uno de dinero. Es un pleonasmo pues se define como el espacio de tiempo que incluye toda la duración de algo, es un calculo de tiempo. Decir periodo de tiempo es redundar en lo que por naturaleza, describe.

Lo que vivimos en este momento en México y a su modo el resto del planeta, me lo anticipó hace muchos años el Dr. Papita. Un cuarto de siglo ha, pues. Y si son muchos aunque el recuerdo sigue fresco. Era médico pero se les llama a los galenos doctor, como sinónimo en vez de ensalzar sólo al profesionista que estudió un doctorado. Pero lo de Papita le venía al pelo tanto por su morfología como por el hecho de que su hijo no acertaba por corta edad decirle papito.

"Se nos viene una nueva edad media" me decía constantemente. E irremediablemente abría su discurso con la teoría de una nueva dominación religiosa, dando como consecuencia una lamentable perdida de tiempo de desarrollo y conocimientos científicos. Eso daba como consecuencia el aumento casi generalizado de la ignorancia y un severo estado de apatía. Asociaba el hecho con un gran quebranto económico generalizado y su inevitable consecuencia, la violencia. Terminé todas las veces en concederle razón en su conclusión. Si en vez de incrementar el grado de instrucción en un número creciente de pobladores, lo reducimos, terminará por ser imposible exigirles civilidad y conciencia.

Y debido a que la condición de la economía global permite la concentración de la riqueza de modo grosero, quien se ve en riesgo de morir de hambre el día de hoy, por instinto de supervivencia preferirá robar o delinquir que estudiar. Mañana, ya no respirará si no come. Esa predicción se ha venido cumpliendo, sin prisa pero cabalmente. Las consecuencias de un interregno muy prolongado son realmente desastrosas.

Esa es la justificación exacta que empleó Isaac Asimov cuando escribió su ingeniosa y muy laureada Trilogía de Fundaciones compuesta de Fundación, Fundación e Imperio y Segunda Fundación. Si es que no se te ha cruzado en el camino, te sugiero fuertemente que vayas a la librería que mas confianza le tengas y compres al menos el primer volumen, cuesta poco y rinde para muchas noches. Según el patilloso Isaac, la cosa del oscurantismo que irrumpió por allá en el muy distante año de 12 mil y tantos afectaría a la humanidad durante sus siguientes 30,000 años. Por supuesto que ocurre en una novela (eso si, grandiosa) de ciencia ficción, que por muy ciencia no se puede deshacer de su etiqueta de ficción. Sabemos que construir es mucho mas tardado y complicado que destruir, así que estamos observando una destrucción de las estructuras nacionales y mundiales de manera lenta e inevitable.

Y si en vez de estarnos preparando llevando a la mayor cantidad posible de individuos a la escuela, se las ponemos cada vez mas difícil y hasta pareciera que se le arrea hacia el corral de la delincuencia, el interregno de hace mas y mas prolongado.

Ante el panorama tan terrible que se avisora, ¿Qué hacer? Fácil, vivir sin romper las reglas, solo eso nos puede evitar la debacle:
* Honestidad. Dejar de usar la mentira como modo de vida y subsistencia. Por terrible que pueda ser la verdad, es mucho menos dañina que la mentira.
* Compromiso. Una excelente norma es jamás prometer lo que no se puede cumplir.
* Responsabilidad. El tiempo de trabajo es para producir, el tiempo de diversión es para descansar. No al revés, no mezclado.
* Puntualidad. Una vida organizada funciona mejor que una caótica. Además, darle importancia al tiempo de los demás es aumentar la fuerza propia.
* Respeto. Cuando entendemos que nuestro derecho individual termina donde empieza el de los otros, podremos coexistir con nuestros semejantes, recuerden a Benito Juárez.
* Desarrollo. Apostarle al conocimiento, deja mejores dividendos que ignorando todo y a todos.

Así que, la nueva edad oscura está aquí y ahora. Al seguir apático, alimentas a la ignorancia. Reaccionando y cambiando, ayudas al cambio positivo.

En México y en el mundo.

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