EN EL METNAL. ¿Y el estado Apá? Parte 3

Yo le tenía mucho miedo a ese hombre porque siempre traía una arma colgando y maltrataba mucho a los migrantes. Le dije que imaginaba que arreglaba las camionetas en las que trasladaban a los centroamericanos. "El Perro" soltó una carcajada tremenda y dijo: "Yo soy el carnicero. No hago nada de mecánica. Mi trabajo es deshacerme de la basura que no paga".

También me dispararon en la cabeza pero con mala puntería pues aunque me entró la bala por el cuello y me salió por la mandíbula, no me mataron. Me quedé quieto, sin moverme. Tratando de recordar mi nombre, que era lo que hacía ahí, a donde iba. Hasta que se largaron y cuando no escuché ruidos abrí los ojos. Pasó mucho tiempo, sangraba mucho pero ya no estaban ahí.

Me contó "El Perro" que él era el encargado de matar a los migrantes que no tenían para pagar el rescate. Dijo de manera burlona y sin ningún remordimiento: -primero los hago cachitos para que quepan en los tambos y luego les prendo fuego hasta que no queda nada de esos pendejos.

Me levanté con cuidado por si había algún vigilante, y el corazón se me escurrió por todo el cuerpo al ver el horror, hombres, mujeres, niños y la mujer embarazada estaban todos muertos. Sólo yo quedé con vida. Salí del lugar y no recuerdo como pero recorrí mucho (casi 22 kilómetros) hasta el sitio donde había marinos de la Armada de México a los que les pedí ayuda.