EN EL METNAL. ¿Y el estado Apá? Parte 6

Ahí tenían a los "amarrados". Ellos eran los que no podían pagar y estaban en la lista para ser asesinados. Los tenían cubiertos de los ojos y esposados de las manos. Ya no salían de ahí más que para morir. A muchos les di de comer en la noche y a la mañana siguiente ya no estaban. Y entonces subían a otros. Vi desaparecer a muchos. Y me duele que no pude ayudar a ninguno, aunque me lo suplicaban.

Cuando el comandante me preguntó por las nacionalidades, le dije que éramos gente que veníamos de Ecuador, Brasil, Costa Rica, Honduras, El Salvador y Guatemala o algo así. Fue entonces cuando me contó que en el reporte sobre las víctimas, una de las 14 mujeres se encontraba en un avanzado estado de embarazo, era la que yo había conocido. La mayoría era gente joven y en edad productiva. Siguió contandome el comandante que una de las hipótesis sobre la masacre considera que los asesinos, buscaban enviar un mensaje de temor para quienes se resisten a trabajar para ellos o bajo sus órdenes, especialmente a los ilegales que cruzan hacia Estados Unidos.

Una noche, tras un operativo del Ejército en una de las casas de seguridad de Los Zetas, donde rescataron a otros migrantes, "El Perro" me pidió junto con otra chica que lo acompañaramos a comprar cigarros y refrescos. Íbamos temblando pues se le notaba nervioso hasta creímos que nos matarían, pero afuera de una tienda nos dejaron ir, no sin antes advertirnos que no dejaramos que la boca nos matara.

El Comandante me contó en mi cuarto del hospital que el menor detenido, está totalmente adiestrado para no revelar información sobre las actividades que realizaba. Las primeras declaraciones las hizo sólo ante personal de la Procuraduría General de la República, que se hizo cargo del caso.