EN EL METNAL 171008

LA DISCIPLINA. ASPECTOS EDUCATIVOS

Para esta ocasión he contado con la información invaluable de dos estupendos profesionistas que han decidido compartir sus conocimientos y experiencias con los jóvenes que aspiran a desarrollarse en distintos campos, en específico en ciencias tuve la asesoría de la QFB MARIA LUISA GARCIA LOPEZ GALVAN, y en el área de Diseño Gráfico del DG MIGUEL IGNACIO MIRANDA SAUCEDO. Ambos accedieron a responder con buen agrado al cuestionario que ésta sección de mi cabeza les encomendó.

Las conclusiones fueron similares pues sin disciplina, consideraron ambos poco menos que imposible el aprendizaje. Incluso, en el caso de ciencias, sin disciplina la exposición a errores podría devenir en un accidente para el descuidado y personas que le rodean, de consecuencias incluso fatales. Se manejan sustancias tóxicas, agresivas e incluso mortales. Se utiliza el fuego en muchas ocasiones y sin la capacidad de autocontrol que proporciona la disciplina, el factor del riesgo aumenta considerablemente a un punto peligroso. En el otro caso, aunque no tiene consecuencias peligrosas evita que los conceptos sean comprendidos y se retengan en la mente.

En ambos casos se coincide en que si la disciplina no es instalada desde el principio de la vida, fomentada como un acto cotidiano en casa, dificilmente será adquirida en la escuela y mucho menos a nivel de facultad o superior. Cuando un estudiante de ese grado pretende cursar una carrera sin los principios de disciplina correctamente incorporados a su cartera de capacidades, es facilmente relegado y generalmente es dado de baja por su propio convencimiento o por autoridades escolares.

En resúmen, quien no tuvo la fortuna de nacer en un hogar que maneja la discplina como una herramienta valiosa para el desarrollo individual, se ve en dificultades para cumplir con las exigencias académicas y por supuesto, en el mercado de trabajo será mano de obra no calificada.

La gran mayoría de la población en edad de desarrollo en nuestro país sufre de la desatención de sus padres lo cual impide la formación disciplinaria, tanto personal como social, generando individuos sin compromiso ni responsabilidades. Y el porcentaje de la población con estas carencias es elevadísimo. Es extraño ver que no existen directrices a nivel nacional que orienten a los padres a atender estos asuntos con sus hijos, que exijan en las escuelas principalmente a nivel elemental la formación disciplinaria práctica e integración a actividades colectivas, no como una obediencia ciega.

Los resultados son palpables, basta con observar como se comportan en éste momento la mayoría de los maestros que prefieren dejar sin clases a sus alumnos y se tiran a las calles a impedir el paso a automovilistas y peatones, cerrando edificios, presionando por un beneficio personal, olvidando la conveniencia del bienestar colectivo. Es una clara muestra de indisciplina, lo irónico es que se da en quien debiera impartirla.

Nuevamente, gracias a dos estupendos maestros que son disciplinados en su profesión y en lo personal. Me consta.