EN EL METNAL 101008

DISCIPLINA. ASPECTOS LABORALES

Una vez analizadas las bases en las que descansa la disciplina como elemento formativo y herramienta de conducta en sociedad, habremos de revisar segmentos prácticos como la producción. Como afecta al trabajo tener incrustados elementos de recursos humanos disciplinados o indisciplinados.

Para ésta ocasión tengo elementos de juicio muy valiosos que me envía mi amigo José Luis Pacheco De Landa, mercadotecnista y ejecutivo a nivel directivo en TV Azteca.

Es ampliamente sabido que es más fácil destruir que construir, así que el daño que provoca un elemento indisciplinado en la cadena productiva es mucho mayor que el beneficio que aporta uno disciplinado. Es como el asunto de la naranja podrida que fácilmente inicia la descomposición en las demás. Ésta afectación es mayúscula pues la disciplina suma conveniencias y un elemento descordinado atora el flujo y crea inconveniencias. Se puede llegar a detener el impulso productivo y generar un tapón o cuello de botella que puede terminar con el objetivo del grupo.

José Luis aporta una frase por demás importante para el caso como consecuencia de tener un grupo disciplinado: "Incremento en la productividad y resultados en el trabajo de equipo". En México, los grupos se caracterizan por su heterogeneidad ya que cada quien busca un provecho personal ignorando que el provecho colectivo trae implicito al personal. Es común ver en oficinas que la hora de entrada es relativa a pesar de estar correctamente definida, 08:30, 09:00, 10:30 pero los empleados en México no ven inconveniente alguno en entrar a su trabajo a esa hora o bastantes minutos después. Por ejemplo, los bancos tienen la obligación legal de atender a sus usuarios a partir de las 09:00 horas, pero es el momento en que está llegando quien abre la bóveda para entregar su dotación a los cajeros. Y el primer cliente es atendido a partir de las 09:15 o posterior. En otras, los empleados deben esperar al gerente a que abra pues llega después que ellos.

Una vez adentro e iniciando la jornada, utilizan bastantes minutos en tomar sitio, acomodar sus cosas, charlar con los compañeros sobre la noche anterior, pasar al baño, ir por un café y encender el equipo de cómputo. De suerte que se queman cerca de 30 minutos adicionales con asuntos improductivos. Y posteriormente, cualquier excusa es suficiente para dstraerse de sus responsabilidades. Le siguen momentos de alimentación, descanso, lectura informativa y salida. Así, la productividad se desploma y recordando la sentencia beisbolera: "contra la base por bolas, no hay defensa", es sencillo explicar la debilidad económica del país. Basta multiplicar ésta conducta por un elevado porcentaje de habitantes en edad económicamente activa que así proceden y sabremos que nunca podremos salir de perico palos.

Ante lo anterior, lo obvio. Trabajar con los niños, desarrollarles el factor de disciplina para trabajar en equipo, sumando habilidades y conocimientos, aunque sea una tarea titánica, generacional. Pero en México, lo obvio se da por sentado y no se atiende. Obvio, ¿no?

Gracias Pachequín.