viernes, 12 de septiembre de 2008

DE LA CAVA DEL PATRÓN 120908

CARRERA DE MARATON A TODA VELOCIDAD

Lucas siendo niño experimentó el primer cambio radical en su vida ya que su padre terminó de construir su casa en las afueras de la ciudad de México, en la zona norte. De vivir en la confluencia de dos arterias vitales y cargadas de tráfico y ruido, ahora pasa las noches en un silencio campirano y desconocido.

Igualmente, el ambiente escolar fué modificado radicalmente, ya que antes acudía a una escuela de asfalto y paredes, llegando ahora a un espacio abierto en el campo, a la mitad de sembradíos y animales de granja. Justo el espacio que un organismo nuevo y con altísimo contenido energético, necesitaba.

Y en ese ambiente durante la primera semana de clases, llevaron a todo su grupo escolar a la clase de educación física, el maestro, un chaparrito botijón y mofletudo, con gorra y silbato en la boca, organiza una carrera de maratón para individuos de 8 años. Señala a lo lejos, atravesando un campo arado y listo para recibir la siembra una torre de alta tensión. "Esa es la meta, deben llegar, tocarla y regresar conmigo. El ganador recibirá un premio".

Y debido que a Lucas siempre le ha gustado correr y correr, decidió en ese momento que sería el ganador. Al pitazo del atlético panzón, todos los chavitos corrieron según su propio entender, ya que el oblongo preparador físico no les explicó ninguna estrategia de carrera. Lucas decidió una manera muy simple de correr: fijó en su vista la torre de alta tensión, midió la distancia y echó a correr como cuando su hermosísima madre lo persigue por travieso.

Sin volver la vista atrás, corrió y corrió, brincando surcos, evitando terrones, alzando los pies para no tropezar por lo irregular del terreno, toca la torre. Inicia la vuelta con la misma estrategia pero apretando el paso.

Al llegar al sitio donde esperaba el chaparrito ombligudo, lo encontró dormitando; arribando impetuoso, con poco resuello, gritando y empujándolo, le provocó un salto naturalmente imposible para tan pesado individuo. "Ya, gané, gané". El sorprendido maestro, agitando su voluminosa cintura, trató de enfocar al resto de la clase, encontrándola algunos de regreso, otros por tocar la torre.

Enojado, sin saber si fué por el susto o por verse descubierto dormitando, dictamina que Lucas hizo trampa, nadie podría correr tan rápido hasta la torre y regresar mientras el resto no había concluído la prueba. Lucas es descalificado por la gracia del poder superior, sin derecho a juicio justo, sin apelación ni réplica.

Ese día, nació y murió un maratonista mexicano al mismo tiempo.


Nunca fué recuperado.

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