sábado, 22 de enero de 2011

DE LA CAVA DEL PATRÓN. Para Ser Felíz.


Esa noche, Lucas despertó súbitamente de un sueño profundo como se tiene a los 10 años. Ignorando lo que lo trajo a la concienca, abrió los ojos y fijó la vista en el techo, en ningún punto en particular. Entró de inmediato en una ensoñación donde las ideas corren a toda velocidad y por largo trecho sin dormir.

Sin saber como, apareció una pregunta que le fascinó ¿cuando será felíz? Cavilando por algunos minutos, decidió que la vida no tiene un momento para ser felíz, que eres felíz en la vida o no lo eres. Así que replanteó la pregunta a ¿cómo ser felíz?

Eso ya le sonó mejor y con mas sustancia para trabajar. Analizó su corta vida y encontró muchos momentos felices, muchas razones para divertirse y disfrutar de su existencia y de súbito, le llegó la iluminación: así que ser felíz no es cuestión de edad, momento en la vida o posesiones. Descubrió que ser felíz es una tarea diaria, del minuto presente. Y llegó a esa conclusión al preguntarse ¿cómo ser felíz ayer o hace rato? No se puede. O bien, ¿cómo ser felíz mañana o al rato? Tampoco se puede. Descubrir que sólo se puede ser felíz en éste preciso instante, en el momento en que estás viviendo cambió su vida para siempre. Así que se enteró que sólo en el presente puedes vivir la vida, sólo en ése preciso instante puedes sentir, y si escoges que sentir, pues mejor aún.

Por lo tanto, a esas altas horas de la noche, en silencio, acompañado solo por sus pensamientos dictó sentencia cuando comandó que sería felíz siempre. Eso estaba bien, aunque faltaba ver como hacerlo. Para resolver la manera de ser felíz en su vida empezó por darse cuenta que si añadía días felices a su vida, la vida sería mejor que siendo infeliz. Y para tener días felices, era necesario como en un collar, añadir cuentas felices. ¡Eso es, por supuesto! Mientras más momentos felices tienes en el día, más felíz es tu día.

Así que decidió que a partir de ése momento, no habría nada ni nadie que pudiera hacerlo infelíz. Él y nadie más que él decidiría que sería felíz.

Y han pasado 4 décadas de ése momento. 4 décadas de felicidad.

Si señor.

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