viernes, 14 de enero de 2011

EL POR QUE DE LAS COSAS. Foxy.


Durante el abatimiento que provocó la partida inesperada de Lorenza, mi hermana Editho me dijo que tenía para nosotros un can que recogió de la calle, en una colonia conocida como Cumbres por lo que la llamó Scarlett O´Hara cosa que fue muy simpática. La raza es de las llamadas Street Hound o Callerman pero era lo de menos. Estaba en estado verdaderamente lastimero, en su primer celo fue montada y tuvo crías así que la cuidaron, mimaron, esterilizaron y salvaron.

Ante su insistencia, fuimos mi suertudota y yo a la Clínica Para Animales a conocerla. Encontramos una miniatura, ya que acostumbrados al Golden Retriever y al Rottweiller, ésta era una quinta parte de las otras, pero en sus ojos había mucha chispa. Son geniales ya que tienen delineado en negro una forma egipcia aunque por más que le busqué no encontré a Scarlett O´Hara en su mirar.

Decidimos adoptarla y me avisaron que primero la bañarían y perfumarían para hacer una entrada decente y graciosa a su nuevo hogar. Cumplidos los prolegómenos, mostró temor por lo desconocido. Olisqueó por algún lado y pasó a ver a Frida, la Rott. Presentó sus credenciales y se sometió ante la edad avanzada de Fridelia. Fué renombrada como Foxy por su parecido con la fisonomía y tamaño de los zorros. Buscó un huequito donde esconderse y trató de pasar inadvertida aunque se inquietaba mucho cuando abría la reja. Hubo que meterla al patio de servicio para evitar que se escapara, hasta que una mañana decembrina, al sacar los autos de la cochera salió disparada a la calle pues se escondió tan bien que no la encontré.


Supuse que ya no la vería más pues la querencia le llamó, pensé en mi hermana y su decepción y en la perrita entrando nuevamente a una vida de carencias y agresiones. Saqué los autos y cerré la reja, entré a desayunar y muchos minutos después, estaba Foxy sentada junto a la reja. De inmediato me vió y se paró en sus patas traseras agitando las delanteras como un suricato, cosa que me llenó de alegría. Abrí la puerta y entró raudamente. A partir de ese día, bajó su ansiedad y quedó instituído su paseo matinal. Salgo a hacer ejercicio y ella sale conmigo. Toma un camino distinto y en ocasiones nos encontramos en el parque, me saluda, la acaricio y sigue su camino, igual que yo.

Después de la muerte de Frida, Foxy ha tomado posesión completa de la casa. Entra a la perrera cuando se le antoja (que es casi nunca), hizo un escondite en la jardinera pero su lugar preferido es el mismo que Fridelia, el escalón superior de entrada a la casa. Le gusta meterse cuando abro la puerta principal, aunque ya conoce la órden NO, sabe ya de sus horarios alimenticios y defiende con ferocidad inusitada cualquier amenaza. Nos ve y se alegra enormemente, me saluda con la pata izquierda, adora que la acaricie y se eleva sobre su cuarto trasero con mucha frecuencia.

Señoras y señores, Foxy está en casa.

Etiquetas: ,

2 comentarios:

A las 20/1/11, 10:38 , Anonymous Luis ha dicho...

Me dio mucho gusto leer esta historia. Es bueno fomentar la adopción de perros. Ya quiero conocer a Foxy. ah, y me encantó la foto de ustedes juntos papá.

Saludos

 
A las 20/1/11, 14:59 , Blogger LUCAS ha dicho...

Hola Chato, es un asunto muy emotivo por muchas razones. Esperemos que tenga una buena vida. Ya tendrás oportunidad de conocerla y disfrutarla. Besos.

 

Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio