viernes, 13 de agosto de 2010

EL FUMARIUM. Pornografías.

"Porno-Braille"

Pareciese que la pornografía es un problema moderno, que con el internet apareció esa industria y que los antiguos eran mucho más decentes que nosotros. Pues eso está totalmente alejado de la realidad y cae en una categoría de falsedad absoluta. Las generaciones de nuestros padres, abuelos, bisabuelos y demás homínidos antecesores, han sido tan morbosos como podemos ser en nuestra sociedad actual.


Antes de la época del cine, la industria de la litografía se encargaba en sus ratos libres de imprimir escenas eróticas para placer de los ojos dominados por códigos sociales victorianos, años en que un cuello o tobillos desnudos despertaban la líbido. Basta recordar las cerámicas griegas, estatuas en templos de la indios (gentilicio de habitante de la India, hindú se refiere al que profesa esa religión), el Kamasutra y las andanzas de Casanova en la literatura.

En el libro EROS: In Tutti Sensi, su autor Carlo Scipione Ferrero reúne una colección muy amplia y variopinta (saludos JS) de impresos clasificándolos según el sentido que más impacta: Vista, Oído, Olfato, Gusto y Tacto.


Eran los años veinte, cuando el cine mudo y Charles Chaplin estaban en su esplendor pero en el subsuelo se producían las primeras películas pornográficas. Europa salía de la Primera Guerra Mundial y la burguesía buscaba opciones de ocio.


Ahora, un curso de la Universidad Complutense de Madrid revisa esas páginas ocultas del séptimo arte. "La industria pornográfica era casi inexistente y clandestina. Entre sus clientes había nobles y personas con dinero que apoyaban la producción de estos cortometrajes. En España, por ejemplo, el rey Alfonso XIII a través del Conde de Romanones. Las actrices eran prostitutas y las escenas se exhibían en burdeles exclusivos", señala el critico de cine Juan Pando, quien participa en el curso Palabras de cine mudo.

"La mayoría de las actrices eran orondas señoras y los caballeros presentaban un aspecto escuálido, casi desnutrido. A comienzos del siglo XX las incipientes escenas de cine erótico se distribuían clandestinamente en Europa porque se consideraban ilegales. Se cree que en Buenos Aires, Argentina, se capitalizó la producción clandestina pero se considera que el cine porno nació en Francia como el cine, cinco minutos después", detalla el experto en pornografía, Paco Gisbert.

La primera película pornográfica (exceptuando las escenas eróticas de los primeros años) de la que se conoce fecha es la francesa A L'Ecu d'Or ou la bonne auberge (El buen albergue) de 1908 que narra el encuentro de un soldado y una doncella en un albergue.

"La industria pornográfica era casi inexistente y clandestina. Entre sus clientes había nobles y personas con dinero que apoyaban la producción de estos cortometrajes. En España, por ejemplo, el rey Alfonso XIII a través del Conde de Romanones. Las actrices eran prostitutas y las escenas se exhibían en burdeles exclusivos", (Juan Pando, critico de cine).

Pero el detonador de ésta industria ha sido internet ya que se convirtió en un canal excelente para la distribución sin tener que hacerlo abiertamente, por medios convencionales y sin usar publicidad, aunque está plagado de vivales, virus y muchas trampas.

Pero lo que sí está demostrado es que es un actividad tan antigua como la sociedad misma.

Etiquetas: ,

0 comentarios:

Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio