viernes, 28 de mayo de 2010

DE LA CAVA DEL PATRÓN. Israelitas.

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Lucas pasaba los domingos a la hora de la comida con la familia de su padre, el recio Ing. Saint Martin y eran momentos mágicos cuando el chico era desamarrado de las correas disciplinarias que aplicaban sus progenitores. Tanto su papá como su hermosísima Madre apretaban con bastante fuerza como para apenas dejarle respirar, pero al llegar a la casa del clan se abrían los cerrojos y el niño respiraba libertad pura junto con sus hermanos y demás primos. Los había mayores y menores pero de su edad, sólo sus hermanos pero aún así eran horas agradables.


El niño procuraba acercarse al mueble de los licores pues nadie objetaba, ni siquiera sus padres a pesar de la disciplina férrea, que se sirviera un vaso old fashion pletórico de rompope. A la edad del escuincle, 8 años, era un potente coctel que deleitaba viendo los juegos de futbol americano y después quemaba como combustible de altísimo octanaje en los patios corriendo, patinando, pateando el balón de futból y muchas actividades (léase travesuras) más.

Sin embargo, uno de esos días fué distinto ya que al llegar y saludar obligadamente a todos, encontró al primo mayor José Hermenegildo apostado en la consola de la sala. Mueble de ricas vetas de madera que contenía a un radio de amplitud modulada, onda corta y un tocadiscos. José escuchaba un disco de 45 rpm que empujaba a la habitación una serie de acordes que Lucas jamás había escuchado. Intrigado, detuvo su trayecto hacia el rompope torciéndolo a la sala y preguntando a su primo sobre el orígen de la música: Desmond Dekker, "Israelitas". Lucas no comprendió mucho pero el gusto por el ritmo, la melodía, el acompañamiento y su armonía quedó registrado para siempre.

Dificilmente otro artista jamaicano tuvo más atención que Desmond, exceptuando a Bob Marley, aunque justo es mencionar que Dekker fué el primero. Facilitó al mundo el acercamiento con su isla con esa simple canción. Nació en 1943 en Kingston, julio 16 y llamado Desmond Dacres, tuvo que ganarse la vida desde temprano ya que quedó huérfano en su adolescencia temprana. Aprendió el oficio de soldador pero sus compañeros notaron sus habilidades fuera de lo común para el canto por lo que lo impulsaron a probar suerte en la música. En 1961 intentó en dos casas grabadoras, Coxsone Dodd y Duke Reid en Treasure Isle.


Para 1968 Desmond tomó al planeta por sorpresa con el lamento llamdo Israelitas, destruyendo por medio año las listas en el reino unido, hasta que en marzo llegó a la cima. Sucedió lo mismo hacia el final del año en Estados Unidos culminando el sueño de cualquier jamaicano, el sueño americano. Fue el primero en lograrlo con música puramente jamaicana. Para mayo 25 de 2006, se apagó su vida a los 64 años en su residencia londinense.

Pero eso era algo que Lucas ignoraba en 1968 y a pesar de ello, reconoció que José estaba escuchando algo que tendría mucho impacto al paso del tiempo: el Reggae.

Digno de celebrar con un buen vaso de rompope, si señor.

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