viernes, 28 de mayo de 2010

CIBERCIENCIA. Célula Sintética.

Narración







Esto si que es un asunto de ciencia ficción convertido en realidad y semilla para una pesadilla a futuro. Cuando a los gringos algo se les mete a la cabeza, no hay moral que los detenga, ya que Craig Venter, fundador y director del instituto de investigación que lleva su nombre (obvio, no se llamaría Josefa Ortíz de Domínguez o algo así), anunció que crearon por vez primera una célula controlada por un genoma sintético.

Ahora bien, hay que determinar el propósito de su investigación que puede terminar en desastre al tiempo. Buscan los científicos de Venter estudiar los sistemas biológicos para crear bacterias diseñadas para resolver problemas ambientales y de energía.

Cosa loable y admirable, pero sabemos que muchos de los descubrimientos y proyectos científicos terminaron siendo armas para acabar con enemigos y someter a semejantes. Y más en manos gringas.

Lo que hicieron éstos científicos no se puede llamar crear vida artificial pero si torcerla artificialmente pues sintetizaron en sus laboratorios un genoma bacteriano trasplantándolo a una bacteria. Esas secuencias de ADN fueron modificadas para distinguirlas de una natural en el organismo de Mycoplasma Micoides. Al insertarlo en una célula huesped se dividió una y otra vez para generar miles de millones de células. A ésto le llamaron una célula sintética.

Lo que estamos presenciando es el manoseo de la generación de vida, científicos espulgando entre la intimidad de la cadena reproductiva. Y si sus intenciones son buenas, los caminos que ha seguido el humano a lo largo de su histeria (no historia), nos ha llevado a torcerlos hasta el genocidio.

Asì que vemos un paso más hacia la manipulación genética que sabiamente la naturaleza trabajaba en la intimidad e impúdicamente ha sido expuesta por Mr. Craig Venter y sus huestes.

Huy, que feo...

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2 comentarios:

A las 29/5/10, 6:42 , Blogger Jesús Salazar ha dicho...

Alguna vez escuché una parábola acerca de un pueblo de idiotas que vivía al pie de un desfiladero muy muy alto, desde el cual habían tropezado y muerto muchos 'idiotenses'. Pues bien, al ser este un pueblo de idiotas, la solución no fue poner una barandilla que impidiera las caídas, sino apostar permanentemente una ambulancia al pie del desfiladero, en espera del siguiente ciudadano que cayera por él. Pero no se por qué me acordé de esto leyendo tu blog....

 
A las 29/5/10, 6:45 , Blogger LUCAS ha dicho...

¿Idiotences? ¿Problemas mal resueltos (si eso es posible)?

Si, suena harto conocido. Jajajaja.

 

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