CABEZA DE CUENTO. La Derrota del General.

Era evidente que la lucha iba a ser desigual: el enemigo contaba con armas más poderosas; en cambio el general abrigaba la esperanza de que aquellos hombres que estaban a punto de abrir fuego en su contra recordaran las heroicas hazañas que lo hicieron merecedor del grado que orgullosamente ostentaba: general de división; sólo eso podía salvarlo de la derrota.
La batalla se inició a las ocho con treinta minutos para ser exactos; fue una lucha demoledora, sangrienta; no hubo momento de tregua alguna: la artillería no dejó de activar hasta la victoria.
A las seis de la tarde la plaza quedó en silencio, vacía; únicamente algunos escombros quedaron esparcidos sobre la explanada, en tanto un periodista tomaba fotografías de aquella escena.
Por fin la estatua del general había sido demolida.
JUAN RAMÓN MANJARREZ.
Etiquetas: 091127, CABEZA DE CUENTO
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