DE LA CAVA DEL PATRÓN. Pesadilla

La noche era cerrada, la luna apenas iluminaba el patio de piedra obscura, húmeda. Una fuente amplia marcaba el centro y acurrucados estaban intentando dormir el niño Lucas y sus hermanos menores, dos niñas y otro varón.

Las nubes negras bloqueaban ocasionalmente la luz de la luna acrecentando la penumbra. El clima era fresco, cerca de ser frío. En ese sitio apretujados para darse calor, lograron conciliar el sueño, pero por poco tiempo.

En medio de la calma, un grito desgarrador despertó a Lucas que sintió como una corriente gélida le recorría el cuerpo cuando vió que de la fuente surgía una figura amenazadora y negra, tratando de tomar a su hermana menor. Rápidamente Lucas la tomó y retiró del alcance de ese ente extraño como aterrador, pero el demonio no se dió por vencido y en la confusión, aprovechó para arrastrar hacia la fuente a su otra hermana. Lucas luchó para evitarlo, hasta que estando la niña con medio cuerpo dentro de la fuente, invocó toda la ayuda que la memoria de sus padres podía darle.

El agua comenzó a burbujear como si estuviera hirviendo pero helada, se agitó la bestia terriblemente y soltó a la pequeña saliendo despedidos hacia sus otros hermanos. Empapados ambos, trataron de dormir nuevamente y cuando casi lo habían conseguido, Lucas sintió un tremendo jalón en una pierna y se vió suspendido en el aire rumbo a las aguas turbias de la fuente de piedra negra. En medio de ese terror incontrolable, encontró el niño un rayo de cordura cuando con toda su fuerza le tiró un golpazo fenomenal al espíritu maligno.

En ese instante, Lucas se dió cuenta que había arrojado con tremendo ímpetu su almohada que sacó de su sitio la puerta del closet. Se sentó en la cama sudando y jadeando cuando su hermosísima Madre entró a su habitación preguntado alarmada: ¿Qué tienes?

"Una pesadilla..."