EN EL METNAL. Campaña de ahorro.

Recuerdo muy bien que en septiembre de 1988 asoló las playas del caribe mexicano el huracán Gilberto y dado que en esa época colaboraba para una estación de radio, una vez que pasó el meteoro, nos dimos a la tarea de entrar en contacto con el auditorio. Claro que la ciudad estaba muy lastimada y los servicios eran precarios: no había electricidad, telefonía, televisión, radio (la nuestra, fue la primera en reaundar transmisiones), entre otros Así que le recomendamos al radioescucha que para hacer un uso racional y cuidadoso del agua, procurara bajarle a la palanca del excusado unas cuantas veces al día, si era materia de orines. Llamó un dentista neurótico exigiendo que no recomendáramos porquerías pues era muy cochina la idea.

Afortunadamente, la gente nos hizo caso y se usó de mejor manera ese bien escaso. Hoy, que cada vez tenemos menos agua dulce disponible, hay quien se ha atrevido a llegar más lejos para racionar este elemento vital para al vida: los brasileños y su campaña que seguramente hará retocerse al dentista ese. Y me parece una estupenda idea, así ahorramos 17 litros de cada descarga, siguiendo su consejo.