viernes, 23 de enero de 2009

EN EL IMSS

EN EL METNAL 230109

La experiencia que viví durante el proceso de mi Padre en el hospital del Seguro Social, ilustra fehacientemente lo que la sociedad mexicana es y lo poco que hemos hecho para mejorarla.

Es indudable que cobijada por las limitaciones presupuestales, todos nos conformamos con lo que hay y no aspiramos a mas. La salud social (que en realidad es la oficial), es como todos los segmentos del gobierno de éste país, que dejan hasta el final su objetivo principal: servir a la sociedad que es su razón de existir. Antes que atender apasionadamente a la población, sirven de botín político, caja chica para sus dirigentes y lugar para desatar la furia que provoca la frustración de mentes torvas y enanas.

Me impresionó que la mayoría de los trabajadores (hombres y mujeres), sobajan a quienes lo permiten, cuando la cultura de la salud social debiera estar fundamentada en el cuidado a ultranza de los usuarios. A pesar de que está plagado de carteles con los derechos del asegurado, la realidad como es ampliamente sabido, es otra. En diversas ocasiones quisieron aplicar sus técnicas intimidatorias conmigo, pero bastó una mirada de frente, ceño ligeramente fruncido y una voz firme y autoritaria que rebotaba sus insolencias.

Es increíble que una gorila de cerca de 100 Kg que arremete con toda su furia con la población que está ahi con sentimientos muy afectados, sea paciente o parte de su familia, cuando pretendió aplicar sus costumbres pelafustianas conmigo, tuvo que recular y someterse ante mis órdenes. Están acostumbrados ese tipo de empleados a obedecer órdenes cuando son proferidas adecuadamente.

Una vez establecida la jerarquía, cambian de actitud y se someten ubicándose en su sitio natural dentro de una escala de poder. Los días restantes, ya eran de trato cordial y afable conmigo.

A cambio, la dirección general del hospital se comportó a la altura con mi Madre pues la apoyaron constantemente y sin dudar. Desafortunadamente, sus buenas intenciones se topan con una armadura sindical y las instrucciones pueden ser hasta motivo de risa para todos ellos.

Pero a pesar de todo, su papel durante la estadía de mi Padre, fue fundamental y decisivo. Motivo por el que mi familia le está muy agradecida.

Por cierto, para quienes han seguido el caso y expresado su preocupación y buen deseo, quiero decirles que mi Padre está convaleciendo en su casa, cobijado por su esposa y la cuidadora. Lamentablemente, su condición es bastante precaria, sin movimiento, sin actividad, sin abrir los ojos, sin hablar. Estamos a la expectativa de su evolución y estado.

Es claro que debemos pugnar por una revolución en la salud social ya que la estructura actual es inoperante y anacrónica. Y también en el aspecto legal, pues México se encontrará con una cantidad inusitada de población mayor en pocos años. Dentro de 20 o 30 años, habrá algo así como 15 millones de mexicanos por encima de los 70 años y necesitará atención mas eficiente. Antes de que colapse la salud social, habrá que re-crearla.

La actual, ya no sirve.

Etiquetas: ,

0 comentarios:

Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio