CUMPLEAÑOS

DE LA CAVA DEL PATRÓN 300109

Lucas, en ésta semana cumplió un año mas de vida y por las circunstancias que vive su Padre en este momento, decidió no festejar como lo acostumbra con todos sus amigos. Así que el dia en cuestión, tomó a su suertudota de la mano y jalaron a caminar unos cuantos pasos para desayunar a las siete a eme en la plaza cerca de su casa.

Su desayuno que se apartó mucho de lo frugal consistió en un jugo de mandarina, un plato llamado Almuerzo Poblano: una pechuga fileteada y asada de pollo con rajas poblanas encima, una tostada vegetariana y un huarachito con chorizo. Pero se dividió en dos platos pues la cantidad superaba las necesidades calóricas de ambos. Se completó el asunto con un waffle repartido hábilmente por la susodicha, a favor de ambos. Un cuartito para ella y el resto para Lucas. Café y agua fresca cerraron la cuenta.

Una vez colocados los trajes de baño, pasearon muy juntitos de la mano por la playa del Paraíso, que queda a unos 20 minutos de su casa (y no es presunción, a las fotos me remito).

Después de 90 minutos de recorrer arenas y correrle a las olas, regresaron a la ciudad donde hubo una parada no planeada en una tienda para apertrecharse con una botella de vino y un par de películas para disfrutar despúes de comer, así como un par de obsequios, perfectamente recibidos por el festejado.


Mientras su suertudota se refrescaba, Lucas encendió el asador a donde colocó un par de filetes de atún y una berenjena partida por la mitad.


Tan pronto hizo su graciosa entrada, el reclamo conyugal se presentó: "¿Y donde carambas están las cebollas, nopales, chiles, papas y otros géneros que compramos para la ocasión?" La furia femenina (hay que verla cuando tiene hambre, uuuuuuuuh...) fue aplacada rápidamente al tiempo en que Lucas le entregó una copa de vino y un recordatorio sobre lo densa que es la carne del atún. Sin embargo, exigió un par de elotes en el asador. Convenido el asunto, se obró en consecuencia.


Hubo una muy breve interrupción en el dia de asueto en que Lucas tuvo que recoger un equipo a reparar que no podía esperar mas. Pero después de eso, todo fue coser y cantar. El café fue de La Parroquia de Veracruj, quedando como un estupendo complemento al pan dulce.


La tarde de películas, pues fue eso, de-pe-lí-cu-la, estimulada convenientemente con vino tinto y un plato de suculentas botanas (salami, quesos menonita y azul y manzana).


Lo único lamentable, pero de costumbre, fue que perdió la selección en el futbol.

Rayos, pero que sabroso fue todo lo demás.