viernes, 10 de octubre de 2008

DE LA CAVA DEL PATRÓN 101008

FONDUE MEXICANO

Para Lucas adolescente, hubo un domingo fuera de lo común en casa de Las Tías. La reunión familiar acostumbrada llenó el comedor con un pequeño ejercito. La mesa que roba las miradas de todos, lucía pletórica de familiares de edad avanzada, de edad madura, de edad media (algunos oscuros) y de adolescencia. Los de temprana edad eran enviados por salud mental de ambos sectores al antecomedor que estaba entre el comedor y la cocina.

Lucas estaba altamente emocionado pues ese dia se comería fondue y si algo le ha fascinado desde pequeño, es la leche, el queso como consecuencia natural y, obvio, el fondue.

Se colocaron tres cazuelas humeantes con el sabroso fundido blanco, aromático y suave al paladar. Pronto, la cazuela cercana a Lucas se quedó atrás, las otras dos eran atacadas con singular fiereza pero esa, esa que tenía Lucas al frente no bajaba con la misma velocidad.

Tenía un sabor recio, robusto, inusualmente rasposo pero particularmente sabroso. Los demás, pidieron que las cazuelas vecinas se acercaran lo cual aprovechó Lucas para apropiarse del susodicho fondue. Justo a la mitad, sintiendo ya un mareo fenomenal, se iniciaron las averiguaciones culinarias y se reconstruyeron los hechos:

"A ver, ¿quien hizo ese fondue?" preguntó militarmente la Tía Emma.
"Esa fue la última cazuela, ¿recuerdan que se nos acabó el vino blanco?" aclaró y orientó la pregunta la Tía Lalá.
"Si, fue a la que le puse el vino blanco que encontré en la alacena" concluyó la Tía Lupe.

Y mientras el mareo Lucasiano aumentaba al igual que su sonrisa, el nivel de su fondue era inversamente proporcional.

"Lupe, ¿usaste una botella de vino Los Reyes que estaba en la alacena?" indagó la Tía Malena. "Si" contestó ella.
"¡Qué bárbara!" dijo la Tía Lalá, "ahí pusimos un tequila al que se le quebró la boca de la botella".

Eso explicó por completo la reciedumbre del fondue, la resistencia a comerlo por parte de los demás y la sonrisa bobalicona en la faz de Lucas.

Ah, cómo durmió la siesta ese dia el troglodita adolescente. Hasta aprendió a roncar.

Las Tías reunidas bajo el fantástico vitral del comedor con un par de sobrinas

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2 comentarios:

A las 11/10/08, 10:15 , Blogger Lucy ha dicho...

Hola Suu!!! Como estan, espero k muy bien saludos a mi Su Rosy!!! ooye que onda con el fondue?? jajaja Tal vez deberias prepararlo, k rico!!!

SaLudoS de GabacHoLaNdia!!

 
A las 11/10/08, 15:37 , Blogger LUCAS ha dicho...

Lucy Luuuuuuuuuu. Me agradó mucho saber de tí y mas aun sabiendo tu ubicación geográfica. Pobre de tí, rodeada de gringos, Pá su...

Y si, siempre me he quedado con las ganas de hacer el fondue al tequila de nuevo. Espero que podamos repetir el experimento la siguiente vez en que nos veamos.

Besos todos para tí.

 

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