viernes, 29 de agosto de 2008

EL POR QUÉ DE LAS COSAS 290808

A LA OCASIÓN LA PINTAN CALVA.

Es un dicho que tiene su origen popular en España. Los romanos personificaban a la diosa Ocasión como una mujer hermosa, desnuda y con alas, como símbolo de la fugacidad con que pasan ante el hombre las buenas ocasiones u oportunidades.
Parada en puntas de pie sobre una rueda y con un cuchillo en la mano, la diosa Ocasión tenía una cabeza adornada por delante con abundante cabellera, mientras que por detrás, era totalmente calva.


De manera que, al decir tomar la ocasión por los pelos, se entendía que debía esperársela de frente, cuando ella venía hacia uno, donde se tendría la oportunidad de tomarla, ya que una vez que había pasado -y al no tener pelos por detrás- sería imposible agarrarla.
Con el tiempo, la expresión perdió algo de su sentido original y comenzó a ser utilizada para dar a entender que una cosa se logra más por suerte que por capacidad. Por ello el refrán a la ocasión la pintan calva, alude a la posibilidad inminente de alcanzar un logro y que por distracción puede desperdiciarse la oportunidad ya que al pasar se le veía la calva a la diosa.

Continuando con las enseñanzas tan crudas que Watson me ha dado a lo largo de nuestra amistad:
INTENTE DECIR: Lo que mencionas, ¿Te consta que tiene fundamentos reales?
EN LUGAR DE: ¿Te cae de madre, cabrón?

Y de mi hija, las adaptaciones del idioma peninsulares:

Todas las palabras que lleven « ll » intermedia hay que eliminarla y sustituirla por…. ¡NADA! Ejemplo: en vez de decir TORTILLA, PARRILLA, SILLA, CABRILLA, SOMBRILLA, simplemente hay que pronunciarlas del siguiente modo… TORTÍA, PARRÍA, SÍA, CABRÍA, SOMBRÍA « fui a cenar a la parría, me senté en una sía y comí mucha tortía, como estaba lloviendo agarré mi sombría…
Máaaaaaare.

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