CRONICAS DE TONTILANDIA 25.07.2008

Tontilandia es un país que además de hacer tonterías al por mayor (cómo si no), es candorosamente ingenuo. Sus habitantes creen que no los ven, que nadie los va "cachar" en sus triquiñuelas, pero esa asiduidad cotidiana a los engaños, les impide notar que en el resto del planeta, las cosas se hacen de un modo muy distinto. Sobretodo en los países mas avanzados, la observación de la ley es un tema fundamental, es cuestión de disciplina, de conveniencia social. Y los tontilandeses no lo entienden.

Recientemente ‘Pescaron’ en Harvard la trampa de una diputada tontilandesa, quien presentó como suyo un trabajo que obtuvo con influencias en la Secretaría de Energía. Al evaluar el trabajo, su profesora se percató de que había sido realizado por terceras personas y mostró enojo al detectar la trampa.

La diputada, del partido del Bolillo, hizo trampa al presentar un trabajo durante un curso que tomó en la Universidad de Harvard, pero fue descubierta por su profesora. A la legisladora se le hizo fácil recurrir a su amistad con el subsecretario de Energía, y pedirle que le enviara información que le habían solicitado en el curso, con el fin de que ella simplemente “copiara y pegara”, relatan compañeros de la materia Reforma Energética en México. La "tarea" que la diputada y su equipo recibieron de la profesora fue simular ser el subsecretario de Energía y proponer por escrito la instalación de una planta eléctrica a la secretaría de Energía. Al evaluar el trabajo, la profesora se percató de que había sido realizado por terceras personas y mostró enojo al detectar la trampa. Dijo que era una vergüenza que eso pasara en Harvard y se arriesgaban a ser expulsados. Pidió a la legisladora tontilandesa y a sus compañeros de equipo considerar que había molestia porque se valieron de influencias para cumplir con el trabajo.

Pero vaya ingenuidad, que candidez. Ir al extranjero a mostrar como se hacen las cosas en Tontilandia, evidencia que si los líderes nacionales se valen de trampas para conseguir sus objetivos, el resto de la población está compuesto de lo mismo pero a distintos niveles. Basta recordar cuando el ex-candidote a la presidencia por parte del RIP, el Lic. Guamazo fué a Europa a correr un maratón y pensando con la inocencia del mas fino tontilandés que nadie lo iba a ver, decidió tomar un atajo y llegó en uno de los lugares de privilegio. No imaginó que había monitores y la trampa fué descubierta, siendo descalificado. Y qué decir de Chente, el bien amado ex-presidente Fax, regando disparates por cualquier rincón del globo. No hay mesura, no hay recato, Tontilandia se muestra en todo su esplendor.

¡Ups, que vergüenza, que país!