viernes, 13 de mayo de 2011

EN EL PATÍBULO. Bullying


Como una respuesta absolutamente necesaria y obligada, "Las chicas malas" recibieron su castigo, pero más allá del periodo del sentencia sentaron un precedente imprescindible para erradicar un comportamiento que por primera vez fue castigable penalmente en Estados Unidos: el bullying o acoso estudiantil. Y más allá de la terrible consecuencia que tuvo la inconciencia de esos torpes adolescentes, la justicia gringa manda un mensaje fuerte y claro, el llamado castigo ejemplar.

Es conocido ampliamente que los afroamericanos, homosexuales, gordos, "nerds" y todos los "raros" saben de eso desde hace mucho tiempo en todo el mundo. Phoebe no cumplía con esa descripción, pero finalmente sucumbió ante los insultos de sus ex compañeros de escuela en South Hadley, Massachussets, a donde se mudó con su madre procedente de Irlanda. Phoebe Prince era una joven de 15 años que se suicidó en enero por la campaña que durante tres meses nueve de sus compañeros emprendieron contra ella al son de "zorra".

Prince empezó a salir con Sean Mulveyhill, el chico guapo de la escuela, atlético y con novia... Kayla Narey, quien encabezó la campaña contra Phoebe, a quien le gritaba "zorra" en el salón de clases, las fiestas, la biblioteca, su Facebook y en todos los lados donde podía. Kayla y Sean se reconciliaron y él se unió a la campaña contra la joven, quien además era menor que ellos. Siete de los "atormentadores" son mujeres y dos son hombres.

Una "emboscada" en la biblioteca, preparada por "las chicas malas", fue el último insulto que Phoebe aguantó, luego de eso se suicidó en las escaleras de su casa. Su hermana la halló colgada. Sean Mulveyhill y Kayla Narey fueron sentenciados a un año de libertad condicional y cien días de trabajo comunitario; los otros cinco jóvenes solamente realizarán trabajo comunitario, a pesar de que uno de ellos escribió "misión cumplida" después del suicidio de Prince e incluso se burlaron de la muerte y el dolor de la familia.

"Las chicas malas", como se les conocía en la escuela, aseguran que luego de la atención mediática que el caso recibió ellas recibieron amenazas, como las que le propinaron a Phoebe alguna vez. En la audiencia de sentencia Nare, la principal "atormentadora" dijo: "Phoebe ... Lo siento. Lamento las palabras que dije de ti, lamento lo que escribí en mi Facebook, la mentó todo lo del 14 de enero, en la biblioteca, en el pasillo. Lloro cuando alguien dice algo humillante sobre ti. Estoy avergonzada de mí misma".

¿Y los padres de esos asesinos, debieran también recibir algún castigo por una educación fallida? Yo, digo que si. Aunque nada de lo que se haga regresará a Phoebe con vida, si podrá evitar más muertes similares.

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