CIBERTECNIA. Protección Infantil.

Ninguna persona que tenga hijos pensaría en ponerlos en riesgo, entregarlos a individuos de bajos instintos que les hicieran daño. Pero al día de hoy, muchos lo hacen sin enterarse ya que permiten libremente que sus retoños usen computadoras con la misma confianza de sus juguetes o la TV. Y es un peligro tremendo permitir que los infantes usen esos equipos sin supervisión, pues al estar interconectados, quedan expuestos a seres que mediante engaños, los atraen y lastiman.

"No hay suficiente seguridad en la red", dijo Andrea, la madre de Ashleigh Hall, una joven británica de 17 años que fue asesinada, en 2009, por un hombre que se hizo pasar por un adolescente en Facebook. Sin embargo, no todos concuerdan con que las medidas de seguridad en la red deben provenir de la misma red. La primera y más poderosa protección debe provenir desde los padres.

Pero en tiempos de relación familiar débil, baja interacción de los padres con los hijos y alta individualización, la base de la sociedad facilita la exposición a riesgos graves. En ese estado de indefención, los menores son víctimas fáciles de tipos sin escrúpulos que ahora encuentran sin tantos obstáculos víctimas para sus fechorías. Recordemos que antes era fácil distinguir a alguna persona desconocida en la colonia o en el pueblo, que parecería sumamente sospechosa si se asomara a una vivienda, sentado en el parque observando a los niños o rondando alguna escuela.

Hoy, basta con que se hagan amigos en los programas de redes sociales con mentiras y engaños; la necesidad de identidad de los menores los colocan facilmente en las garras de éstos tipos sin que los padres imaginen por un instante que pueden estarles arrebatando a un miembro de su familia. En el correo, el chat, skype, twitter o facebook hay personas malintencionadas que abusan de esas condiciones y lastiman a nuestros niños.

Por favor, si tienes hijos menores a 17 años, no permitas que tengan computadora en su habitación, que se encierren y se enojen si quieres revisar lo que hacen en ella. Son menores de edad, vulnerables y en riesgo, y tú, eres responsable de ellos, de su desarrollo y bienestar. Si no los supervisas, eres cómplice en el crimen.

De tus propios hijos.