viernes, 22 de octubre de 2010

DE LA CAVA DEL PATRÓN. Abuelo.


Lucas recibió el fin de semana pasado el aviso de que el próximo año será abuelo, su hija Dosita será madre por primera vez y a una edad fantástica, ni muy muy ni tan tan. Es decir ni jóven ni grande.

Y Lucas se sentó en varias ocasiones a reflexionar sobre el asunto de ser abuelo, recordando al suyo que falleció cuando él tenía 7 años. Pero durante ese tiempo, le aportó siempre dulzura y risas, comprensión y seguridad.

A pesar de ser un hombre muy duro en la disciplina, con Lucas tenía paciencia y buen humor. Hombre forjado por la dureza de la vida, su "PapáLuis" tuvo que hacerse cargo de la familia cuando su padre abandonó el hogar y eso le llevó a verse presionado y muchas veces acorralado por las circunstancias que le tomaban muy verde o en posición desfavorable. Pero siempre salió adelante. Pudo ver con orgullo como sus nueve hijos se hicieron personas de bien y útiles al país.

Pero cuando Lucas arribó, encontró el gusto de ver a un ser tomar vida y fuerzas diariamente. Siendo ya jubilado de Ferrocarriles Nacionales, esperaba diariamente la llegada de la escuela del escuincle quien al ser el último en el reparto del autobús escolar, llegaba irremediablemente dormido; pero podía contar con un abuelo que subía al camión, tomaba al chico en sus brazos y lo metía a la casa con todo y la carga que significaba la mochila de cuero repleta de cuadernos (de kinder, eso sí).

Al paso del tiempo, disfrutaba mucho ver el derroche de energía del chamaco cuando se subió a su patineta recién obsequiada y recorría el patio principal de la casa de un extremo a otro sin cansarse. Colorado, sudado y agitado, se estrellaba contra la pared, despostillándola ante la complacida aprobación del abuelo. Nadie podía regañar al vandalito pues se las verían con el patriarca. Incluso cuando tenía Don Luis el mal tino de bajar los tres escalones hacia el patio, corría el riesgo de que Lucas lo atropellara o le pisara los callos con las ruedas, cosa que sucedió en varias ocasiones, aguantando el abuelo todo, absolutamente todo.

Y con ese recuerdo aún anidado en la cabeza de Lucas y el cariño intacto en el corazón es que se prepara para una nueva etapa, llevar ahora el papel de cómplice, tolerante y desbordante de cariño como él lo vivió en su abuelo, en su "PapáLuis".

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