viernes, 28 de mayo de 2010

EN EL METNAL. ¿Y Diego?


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Escribir éste artículo es escribir sobre un episodio que será dramáticamente recordado por generaciones venideras en éste país, ya que la explosión que causó saber que un notable del poder actual había sido capturado y desaparecido desde su mismísima propiedad. no es cualquiera cosa Y se hace necesario calzarse con visores que penetren ante lo aparente y revelen verdades espeluznantes. Espero haber recogido el modelo correcto, pero no le veo ninguna otra alternativa.

Diego Fernández de Cevallos es un tipo enclavado en la cúpula del poder, casi puede vérsele como al poder mismo, encarnado en lo más retorcido, anacrónico y conservador que pueda tener éste país. Así que es necesario preguntarse: ¿Para qué secuestrar a alguien así? No es de ninguna manera por dinero. Sus alcances políticos son un mejor botín pues el tipo se codea con el presidente, los secretarios, diputados y senadores. Y además litiga ante la suprema corte. En resúmen es alguien conectado al corazón político del país. Y el que no exista comunicación, salta como letrero luminoso adviertiendo que no es un secuestro vulgar.

Si lo anterior es cierto, ¿entonces para qué llevarse a una pieza clave del sistema?

Esto puede llevar equilibrio a las fuerzas criminales que se enfrentan a la lucha tan imprudente de Felipe Calderón. Un par de eventos coincidentes en tiempo que no en espacio pueden explicar el asunto. Ese mismo día, horas antes que se llevaran a Diego, la marina mexicana condujo un operativo encubierto en Jalisco con detenciones de primer nivel en la estructura del narco. Se ha llegado a saber que se capturó a Ignacio Coronel quien es el suegro del Chapo Guzmán y también segundo de a bordo.

Por lo tanto, al ser capturados dos piezas de similar peso en la contienda se podrá negociar el intercambio sin menoscabo para ninguna de las partes, excepto para el país. Es impensable sacrificar a uno de los creadores del desastre nacional con tal de retener a un peso pesado del narco.

Y la oficina de Calderón, está en verdaderos aprietos: ¿Qué hacer, destruir una organización como la del Cártel de Sinaloa sacrificando la vida de un insigne panista y pieza clave de éstos gobiernos (Fox incluído)? O ¿Recuperar a salvo a Diego y dejar pasar la oportunidad histórica real de herir de muerte a esa organización?

Si cupieras en los zapatitos de Felipillo,¿qué decidirías?

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