EL FUMARIUM. A un Año.
El 15 de éste mes de febrero, cumple un año mi Padre de haber partido de ésta vida. Su recuerdo es perene y abundante. Si bien, no fué una persona de lo más extrovertida, lo fué a suficiencia. Serio, comprometido con la honradez, sabedor de que cumplir con sus obligaciones era parte del trabajo colectivo, para bien de todos.
Ingeniero Químico y catedrático de física, en y por la UNAM. Fabricante de pinturas, empedernido jugador de tenis, adorador de la buena comida, de cabo a rabo, es decir, de entrada hasta postre. Gustoso del futbol televisivo, buen amigo y mejor padre.
Un marido intachable, recto y cumplidor, llevó a su familia lo necesario para un crecimiento correcto y siempre sano. Justiciero implacable ante faltas de respeto, de mano dura (y enorme, diría yo) ante las travesuras, fiel compañero y exigente con los que tuvieran dones suficientes.
Siempre crítico con los perezosos y sabedor de la importancia del conocimiento. José Luis marcó en muchas personas caminos de honorabilidad. A mi, ni decirlo mucho, me marcó con hierro candente en la médula los principios de rectitud, honestidad y respeto. Y me enseñó que jamás se venden.
Su vida se apagó hace un año ya, pero el recuerdo es vívido y permanece, así que aunque su forma física ya no está más entre nosotros, su esencia si.
Te quiero aún más hoy que ayer, Padre mío.
Ingeniero Químico y catedrático de física, en y por la UNAM. Fabricante de pinturas, empedernido jugador de tenis, adorador de la buena comida, de cabo a rabo, es decir, de entrada hasta postre. Gustoso del futbol televisivo, buen amigo y mejor padre.
Un marido intachable, recto y cumplidor, llevó a su familia lo necesario para un crecimiento correcto y siempre sano. Justiciero implacable ante faltas de respeto, de mano dura (y enorme, diría yo) ante las travesuras, fiel compañero y exigente con los que tuvieran dones suficientes.
Siempre crítico con los perezosos y sabedor de la importancia del conocimiento. José Luis marcó en muchas personas caminos de honorabilidad. A mi, ni decirlo mucho, me marcó con hierro candente en la médula los principios de rectitud, honestidad y respeto. Y me enseñó que jamás se venden.
Su vida se apagó hace un año ya, pero el recuerdo es vívido y permanece, así que aunque su forma física ya no está más entre nosotros, su esencia si.
Te quiero aún más hoy que ayer, Padre mío.
Etiquetas: 20100212, EL FUMARIUM
6 comentarios:
Te mando un abrazo, mi querido Luis.
Mi Zorombático amigo, muchas gracias y acuso recibo del abrazo enviado. Yo, mando mis respetos a su consorte y a usted.
Salud, la compañía.
Amigo mío, en carne propia he constatado que hay personajes cuya influencia perdura más allá de la presencia física, y aún en ausencia hacen sentir, vía memoria propia o colectiva, el peso de su estadía en esta vida.
Te abrazo fuertemente y te pido presentes mis respetos a tu siempre hermosa señora madre.
Hola Jesús.
Mi hermosísima Madre agradece tu comentario diciendo:
"Que bellas palabras y que hermosos conceptos, dale las gracias de mi parte".
Así que de parte de ella y de la mía, muchas gracias.
Hola Pa. Honor a quién honor merece. Y sin duda mi abuelo merece mucho honor.
Lo extraño.
Un saludote. Me gusto mucho la nueva imagen del blog!!!
Hola Chato.
Sip, honor a quien honor merece.
Que bueno que te gustó la imágen del blog, a mi me encantó.
Saludos.
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