EL GLOTON CLUB. Soya Texturizada.

La proteína vegetal texturizada o soya texturizada es un concentrado de proteína, que se obtiene a partir de la soya, con muchas posibilidades culinarias. Normalmente la soya texturizada se suele cocinar con platos de pasta como si fuera carne picada.

Una vez extraído su aceite y eliminada la piel de la soya, se somete a una serie de procesos (alta temperatura, presión, texturización, deshidratación) hasta conseguir un producto especialmente rico en proteína.

Una vez deshidrata lo podemos encontrar en diversos tamaños: desde casi molido a trozos muy grandes. Queda con un aspecto seco, crujiente y de un color entre marrón claro y dorado.

Yo la he utilizado en muy diversas formas pero en general, la empleo para aumentar la cantidad del ingrediente principal del platillo ya que tiene la cualidad de carecer de sabor en un 90%, por lo que es bastante sencillo que adquiera otros. Así que aumento la cantidad de chorizo agregandola a un poco de él al freírlo, igual sucede con el pollo, res o pescado.

Para obtener sabores originales, sugiero usar 2/3 del ingrediente original y añadir 1/3 de soya hidratada. La manera en que la hidrato es poniendo agua a hervir en una cacerola, agregando una pizca de sal. Pero si puedo, añado sabor según el deseo: caldo de pollo, agua de una lata de atún, caldo de res, etc. El agua resultante es estupenda para hacer sopas y la soya tendrá mucho sabor al final de la rehidratación.

He comido así cochinita pibil, ceviche, tacos dorados de soya (sin carne de pollo pero dorando la soya después de hidratarla en consomé) huevo con chorizo y soya y las posibilidades crecen pues incluso he comido spaghetti a la boloñesa con muy poca carne, obvio aumenté el volúmen con la soya.

¿Cual es la ventaja así? Además de hacer rendir los ingredientes principales (que algunos son caros y la soya no lo es), su valor nutricional es asombrosamente elevado, pues dependiendo del proceso de obtención puede tener entre el 50% y el 70% de proteína de fácil digestión, sin toxinas ni grasas. El consumo de productos de soya ha sido relacionado con muchos beneficios de salud, y pueden proteger contra el cáncer de mama y el cáncer de próstata, también reduce los síntomas de la menopausia, disminuye el riesgo de enfermedad cardíaca y osteoporosis. Muchos de estos beneficios vienen de los isoflavones de soya y los fitoestrógenos.

Sin embargo, según un estudio realizado por investigadores de la Escuela de Salud Pública de Harvard existe la interacción de los fitoestrógenos y la calidad de esperma, que reducen notablemente el número de espermatozoides. Se estudió la alimentación que realizaba un grupo de 99 hombres entre el año 2000 y el año 2006. Se analizó la incidencia que presentaba el consumo de distintos productos basados en soya, en la cantidad de espermatozoides. Los resultados no han dejado lugar a dudas, a mayor cantidad de estos alimentos, menor era la concentración de esperma, en cambio, los niveles de esperma no variaban en aquellas personas que no consumían alimentos con base de soya. Los investigadores hablan de una diferencia muy significativa, una reducción de hasta 41 millones menos de espermatozoides por milímetro cúbico, teniendo en cuenta que los valores normales se encuentran entre los 80 y los 120 millones de espermatozoides por milímetro cúbico. Cabe destacar que los investigadores aun no consideran que este estudio sea suficiente para señalarla como único responsable de la infertilidad, pero si dejan en claro los efectos negativos en un alto consumo de alimentos a base de soya e isoflavonas de soya por lo que no es recomendable eliminar alimentos de orígen animal.

Si usas a la soya texturizada como complemento, conseguirás un enriquecimiento importante en la nutición sin daños significativos.

Salud, la compañía.