DE LA CAVA DEL PATRÓN. El altómata.

Lucas por mera conveniencia salió de su casa paterna cuando ya tenía un frondoso bigote, usaba pantalón largo y llevaba 17 años a cuestas. La verdad es que el trayecto de la universidad a casa le tomaba cerca de hora y media; dado que su salida era a las 22:00 a diario, llegaba a cenar cerca de media noche.

Así que decidió mudarse a la casa donde nació su padre, el recio Ing. Saint Martin y que era el sitio que habitaban sus hermanas (las del Ing. Saint Martin, las de Lucas se quedaron en la casa paterna). Así ahorraba una hora de trayecto al regresar a cenar.

Y en esa casona, asistía en la limpieza una mujer muy joven, de trenzas negras y piel morena. Muy cantarina y risueña, de andar grácil y despreocupada por la vida. Lucas tiene, desde que vió en la televisión el programa de Kung-Fu (protagonizado por el recientemente fallecido actor David Carradine) el andar suave y ligero del monje Shao-Lin, que ni arrugaba el papel por donde debía caminar ni seguramente ensuciaba las alfombras.

Estos dos factores se combinaron en una ocasión cuando estando de espaldas la susodicha, Lucas se acercó distraído y le preguntó si había subido ya la ropa recién lavada. La respuesta fué un sobresalto mayúsculo, enmarcado por un grito de miedo de la chica. Cuando el aliento le volvió al cuerpo, ya que el color seguía en el mismo tono, dijo aún afectada:

"Ay Señor me asusta, es que camina como altómata."
"Anda pues -dijo sorprendido Lucas- y dime, ¿como caminan los altómatas?"
"Pos, sin hacer ruido" respondió cándidamente.

Así supo Lucas que Kwai Chan Cane debió ser un altómata para caminar así. Jijos...