viernes, 15 de mayo de 2009

DE LA CAVA DEL PATRÓN: Nadando en clases.

Para un Lucas pre-adolescente el cambio de la escuela primaria a la educación secundaria fue un impacto tremendo pues de ser arreado con sus compañeros en grupo, como rebaño, se le suelta a un mutante de esa edad y se apela a su responsabilidad en un sistema incorporado a la UNAM y a San Benito. ¡Vaya combinación!

Durante su nueva etapa, se adoptan cambios radicales. Los maestros ya no vienen y van, ahora los estudiantes cambian de salón de clases, a donde los maestros los esperan. Eso brinda a los indefinidos (no niños, no hombres) oportunidades de risas, gritos, juegos y desfogues antes prohibidos. De la misma forma, se intenta hacer reaccionar a alguien que por edad y desarrollo fisiológico no tiene los elementos suficientes, para que responsablemente se comporte como adulto cuando ni los adultos pueden hacerlo.

Y otro aspecto totalmente desconocido para Lucas en la edad del barro y sus coetáneos, es la posibilidad de retirarse de la escuela una vez concluídos los exámenes trimestrales, semestrales y finales. Y precisamente, durante el primer ciclo de exámenes trimestrales, ocurre este episodio.

Biología, 1er. trimestre. Después de anotar con cuidado el nombre, pues no cuenta para puntos adicionales pero mal anotado, te deduce uno del total, Lucas logra hacer caber todo su nombre en la línea tan corta, siempre ha tenido ese problema y lo tendrá, seguramente hasta en el acta de defunción. Para ese momento, ya el puberto estaba señalado por el maestro como un elemento revoltosojuguetóndistraídoyflojo por lo que se extrañó mucho cuando Lucas entregó su exámen debidamente contestado y con suspicacia lo calificó en el momento descontando dos puntos del diez perfecto, por lo que hubiese copiado y hecho trampas. Pudo mucho eso en el semi-muchacho y juró venganza.

Esperando a Kuálchon, su amigo de correrías y compinche en el azote de los prefectos con el secreto y famoso KUALCHON POWER, fraguaron la venganza perfecta al demérito inmerecido: crear una demostración de natación perfecta sin agua y a la mitad del exámen.

Debido al concepto benedictino de su arquitectura, los salones de clases de secundaria presumían de ventanales corridos a lo largo sustentados por gruesas paredes arriba y por debajo, dejando una vista limpia, perfecta sin cancelería obsena. Esto fue aprovechado a la perfección por los chamacos. Kuálchon se dobló de la cintura hacia arriba y Lucas se acostó sobre su espalda, ahora horizontal. Mientras el transporte humano caminaba junto a la ventana, el mutante superior ejecutaba los movimientos propios del nado de crol (crawl). El resultado fue que desde el interior del salon, Lucas pasaba nadando sobre la mole de concreto pues su cuate Kuálchon era invisible.

El grupo entero estalló en carcajadas al ver la ocurrencia y el maestro cambió de su lividez cotidiana a un encendido rojo, cercano al morado de indignación. Por su genialidad y oportunidad, Lucas fue condecorado con un brillante TRES en su exámen trimestral de biología.


Y eso que no falló en ninguna de las respuestas. ¡Pero, que cosas! ¿Verdad?

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