viernes, 19 de septiembre de 2008

EN EL METNAL 190908

EL AGENTE NETCHIPORENKO

Oleg Maximovitch Netchiporenko es un coronel de la KGB pronto a jubilarse, fue un agente de espionaje de este servicio en Mexico (1965-1971). Él es el autor de Lee Harvey Oswald, su camino hacia el asesinato del presidente. Presentado como uno de los mejores expertos rusos en el terrorismo, ocupó el cargo de Director General de la Oficina Nacional Anticrimen y Antiterrorismo rusa (2001-2005). (http://voltairenet.org/auteur6170.html?lang=fr)

Oleg Netchiporenko, era el segundo secretario consular de la embajada de la URSS, con actividades naturales de cualquier sede extranjera en nuestro país, pero a quien la DFS ya tenía identificado como agente de inteligencia encubierto como diplomático.

La historia de la KGB en México está por escribirse. Fuera de Moscú y Washington, algunos rastros sobre las actividades en territorio mexicano de esa agencia soviética, equivalente a la CIA estadounidense, también pueden encontrarse en documentos generados por la desaparecida Dirección Federal de Seguridad (DFS), hoy depositados en la Galería 1 del Archivo General de la Nación (AGN).

EL UNIVERSAL ubicó ahí historias de labores de agentes del KGB que operaban escudados en la inmunidad diplomática, al estar acreditados como personal de la embajada de la URSS en México durante la guerra fría.

Ser un asilado político de origen soviético en México no garantizaba tranquilidad. Guennadi Vostrikov lo sabía. A este ruso residente en el país y relacionado con la mexicana Cristina Aguirre Martínez, le pisaban los talones los agentes de la KGB.

Se desconocen los antecedentes de Vostrikov, pero debió ser un hombre de cierta importancia como para provocar un serio incidente diplomático. Un informe de la DFS resume las acciones soviéticas contra él. En el documento aparece de nuevo Oleg Netchiporenko, descrito como un hombre “blanco, alto, complexión regular, bigote recortado, pelo castaño oscuro, el cual habla perfectamente el español”.

Según la DFS, el 17 de noviembre de 1970 Netchiporenko penetró en la casa de la novia del asilado político. Luego de la denuncia, Gobernación tomó nota. Ese fue de los últimos incidentes con Oleg antes de ser expulsado con otros espías.

Prohibidos, novios mexicanos

Por miedo a ser “perseguida por personas de la embajada” de la URSS, y temiendo “por su libertad y quizá por su vida”, la traductora Raya Kiselnikova pidió asilo político en la Secretaría de Gobernación el 9 de febrero de 1970.

Raya, nacida en Moscú, de 32 años, había llegado al país el 4 de julio de 1968. Cuando concluyó los trámites, su pasaporte le fue recogido por los soviéticos. Era una medida de seguridad para empleados de la embajada. Había otras reglas. Estaba prohibido relacionarse con personas no soviéticas. Raya desobedeció.

Según la DFS, en sus visitas a museos, la solitaria traductora comenzó una amistad con Francisco Lurueña, un mexicano de origen español que la invitó de fin de semana a Cuernavaca.

El 13 de diciembre de 1969 marcó el antes y el después en la vida de la joven. Al regresar a la ciudad el domingo, fue reprendida en su embajada e interrogada por la KGB para que confesara con quién había estado. Al parecer el interrogatorio fue llevado a cabo por Netchiporenko.

Según la declaración de Raya ante Gobernación, “la presionaron para que dijera con quién había salido fuera de la ciudad, sospechando que por sus antecedentes políticos, ella, la de la voz, hubiera proporcionado alguna información indebida”. La joven procedía de una familia encarcelada y deportada por el régimen de Stalin, acusada de anticomunismo, aunque rehabilitada en 1959.

Casi dos meses después que comenzó el acoso y a punto de ser enviada a Moscú, la mujer salió de su departamento en el número 133 de la calle Montes de Oca, en la colonia Condesa, burló la vigilancia a la que estaba sometida y fue a Gobernación a pedir asilo. Horas después Netchiporenko y otros dos funcionarios soviéticos se presentaron a denunciar el “secuestro” de Raya.

El subdirector general de Población los careó y todo indica que finalmente ella fue protegida por el gobierno mexicano.

Kiselnikova fue contactada después por la CIA para servir como informante sobre las actividades de la KGB en México.

Estas son apenas un par de muestras de lo que pasó en nuestro país sin que nadie se enterara, ahora ya se tiene acceso a la información pero ¿cuantas cosas mas han pasado y que aún ignoramos?

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2 comentarios:

A las 24/9/08, 21:33 , Anonymous Anónimo ha dicho...

tres interesant papa!! as always!! raya... leere mas al respecto, besitos, quedo padrisima esta edicion!

 
A las 25/9/08, 5:52 , Blogger LUCAS ha dicho...

Hola Rosa. Es un gusto enorme recibirte en mi cabeza. Me da mucha alegría que te interese el tema, ya que es muy poco conocido e incluso, hasta pareciese materia de ficción en una mente calenturienta. Pero no, es la realidad oscura y desconocida, como mucha de la que existe en cualquier país. Afortunadamente, hoy se puede conocer.

Saludos y besitos.

 

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