viernes, 17 de diciembre de 2010

EL POR QUE DE LAS COSAS. Aciago.

Esta palabra aparece en nuestra lengua por lo menos desde los tiempos del Quijote, a comienzos del siglo XVII, siempre con el significado actual de 'infausto', 'infeliz', 'desgraciado', 'de mal agüero', aunque también se usaba en aquella época como sustantivo para denotar 'desgracia'.

Cervantes utiliza aciago por lo menos cinco veces en su obra mayor. Veamos una de ellas:

Llegóse, en fin, el día de su partida, tan alegre para don Quijote como triste y aciago para Sancho Panza, que se hallaba muy bien con la abundancia de la casa de don Diego, y rehusaba de volver a la hambre que se usa en las florestas, despoblados, y a la estrecheza de sus mal proveídas alforjas.

Los romanos creían que todos los males venían de Oriente, en particular de Egipto (v. gitano), lo que dio lugar a la expresión dies aegyptiacus —literalmente, 'día egipcio'— para referirse a una jornada especialmente infausta o azarosa. Esta expresión se deformó en latín vulgar a aciacus, que se incorporó a nuestra lengua como aciago.

Con la sabiduría de Ricardo Socca www.el castellano.org

Y para ilustrar el término aciago, nadie mejor que Les Luthiers: "...en éste momento aciago. Aciago algo..." en el siguiente video.


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