viernes, 6 de marzo de 2009

TUMBAS ANTIGUAS


El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) dio a conocer este martes el hallazgo de un singular complejo funerario novohispano en el Gran Basamento de la zona arqueológica de Tlatelolco, conformado por 50 esqueletos y cinco cráneos.

Lo particular de este entierro es que refleja una práctica religiosa mexica al ubicarlos al centro del Gran Basamento, los esqueletos fueron acomodados a la manera del cristianismo, es decir, boca arriba y con los brazos cruzados sobre el pecho o el vientre.

Este entierro es que refleja una práctica religiosa mexica al ubicarlos al centro del Gran Basamento, los esqueletos fueron acomodados a la manera del cristianismo, es decir, boca arriba y con los brazos cruzados sobre el pecho o el vientre.

Entonces, ¿qué significa ésto? Existen diversas hipótesis, aunque las mas plausibles son, víctimas de la peste (1545 y 1576) que trajeron los españoles (no es que no se bañaran, claro que apestaban y eso era mucho en un mundo en que la limpieza era algo altamente apreciable), o bien, fueron cuerpos de asesinados por la lucha de la conquista en 1521 o producto de alguna sublevación.

"Por las dimensiones, la época a la que pertenecen y la posición que tienen todos los sujetos, sí se trata de un complejo funerario único en la historia de la arqueología de Tlatelolco. Hay una imposición de carácter europeo en el sistema funerario, es decir, que el entierro fue dirigido por españoles", reveló el arqueólogoSalvador Guillem Arroyo, responsable de la investigación.

El hallazgo se registró el 15 de diciembre de 2008, durante la ampliación de las exploraciones que arqueólogos del INAH realizan en el sitio, con el fin de obtener mejores evidencias materiales que confirmen la fecha de construcción de la Etapa I del Templo Mayor de Tlatelolco, con lo cual se determinará el momento de su fundación.

Adultos jóvenes, dos de adolescentes, un infante de cerca de 12 años de edad, y uno más de un anciano, cuya particularidad es que portaba un anillo en el dedo meñique, hecho de una aleación que podría ser de cobre y plata.

"Se estima que son indígenas por las características de la dentición. Son personajes altos, algunos de 1.75 metros o más, pero eso no es una característica exclusiva de ese entierro. Hasta ahora todas son hipótesis que se irán comprobando conforme avancen los exámenes que ya se practican en los laboratorios del INAH", explicó Guillem Arroyo.

Por lo tanto, pudiera ser ésta una prueba fehaciente de la crueldad española durante la incursión a nuestro territorio.

¡Jijos de la fabada!

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