viernes, 15 de enero de 2010

DE LA CAVA DEL PATRÓN. Al Otro Lado.


Una vez alcanzado el extremo occidental del país, Lucas y su familia se formaron en una de las filas largas para pasar al otro lado. Después de una eternidad (el tiempo transcurre odiosamente lento cuando dos adultos acompañan en el encierro de un vochito a cuatro niños que lo único que quieren es divertirse), llegaron a la garita donde un gringo más mexicano que los revisados, pidió papeles en un inglés bastante feo al recio Ing. Saint-Martin. Un pasaporte familiar fué presentado con la imágen de grupo de los seis y siendo puntual y quisquilloso como lo ordena el librito (Lucas más bien pensó en mamucas), leyó en voz alta los nombres de cada uno pidiendo pasaran lista de presente.
"¿Jouse Louis?" -PRESENTE- rugió el padre de Lucas. "¿Goadaloupe?" -PRESENTE- "¿Louis?" -AQUÍ HIJO-. Lucas recibió una reprimenda en estereofonía por parte de padre y madre. "¿Lorra?" (A Lucas le hirvio el buche y confirmó el orígen Evénflico del guardia) -PRESENTE- contestó su hermana. ¿"Edouardou?" -PRESENTE- ¿Ideth? -Dormida- dijo rápido la hermosísima madre de Lucas (¿Ideth? éste prieto ya no sabe hablar español, pensó Lucas. Se le olvidó hace diez minutos, seguramente). "Gou on" dijo el guardia chupón y la simbiosis vocho-casa rodante entraron a territorio extranjero.

Lo primero que hicieron fue estacionarse en un Mall (mol, se dice) o centro comercial en Chulavista, Ca. Era necesario hacer algunas compras, pues a los niños les quemaban las manos sus dolaritos para hacerse de juguetes que en su vida verían en territorio nacional. Lucas compró un avión con motor a gasolina y controles a cuerdas, además de un juego bastante decepcionante de futbol americano (Lucas jamás a podido entender como se atrevieron los gringos a llamarle futbol a su jueguito que solo usa los pies con la pelota en tres jugadas que son las menos frecuentes, el resto, es con las manos, babosos) y una pijama corta que le despertó la pasión por dormir en boxers, como lo hace actualmente.

Y después de querer ensayar su inglés muy british, Lucas comprendió que lo único distinto que encontró era el guardia aquel de la garita, pues el resto de las personas con quien trató hablaban español.

Y terminada la visita comercial, inició el viaje a San Diego y su zoológico y el tan anhelado objetivo: Disneylandia. La familia, pronto viviría experiencias únicas.

¡Ideth, Lorra, Louis, Edouardou! Ah, que mamila el prieto aquel...

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2 comentarios:

A las 16/1/10, 10:52 , Anonymous Rosa ha dicho...

Que padre!! Ya quiero leer el capitulo de Disney!!!

 
A las 17/1/10, 5:39 , Blogger LUCAS ha dicho...

Hola Rosa. El siguiente, es el de Disney.

Besos.

 

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