CABEZA DE CUENTO. Descuido
El Brahaman, espiritual y etéreo, caminaba por la selva cuidadosamente, casi flotando, para no atentar contra ninguna forma mínima de vida. Inmerso en el mundo de lo minúsculo, cuidaba de no pisar las hormigas y los gusanos; de no estropear las alas de las mariposas con las faldas de su túnica anaranjada; de no aplastar los insectos bajo sus sandalias delicadas.
Por eso, no se dio cuenta de que, sigilosamente, salía de la espesura el tigre que lo devoró.
Por eso, no se dio cuenta de que, sigilosamente, salía de la espesura el tigre que lo devoró.
Gerardo Cornejo M.
Etiquetas: 170709, CABEZA DE CUENTO
0 comentarios:
Publicar un comentario
Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]
<< Inicio