EN EL METNAL: La influenza y el miedo.

La vida se ha encargado una vez mas de mostrarnos el mejor camino a los mexicanos, pues no solamente estamos en una crisis global en la economía por primera vez (recordemos que no hemos logrado salir de nuestra crisis doméstica que nos legaron individuos de triste recuerdo como Luis Echeverría Alvarez y José López Portillo), ahora tenemos que enfrentarnos a un ataque que no fue epidemia por decreto pero ante el tamaño de las consecuencias, las autoridades se rindieron a la evidencia.

Rápidamente, tanto la capital del país y la zona conurbada se han visto atacados por una enfermedad que crece a pasos agigantados, infectando a velocidades impactantes a mas y mas mexicanos. Los estados en diversas zonas del país están siendo afectados y otros buscan crear cercos sanitarios que le ponga el alto al desparrame de la Influenza.

Sin embargo, debido a nuestra idiosincracia, no somos un pueblo discipliando y obediente, capaz de contenerse a sí mismo y proteger a la población sometiendo a los individuos. Mas bien, somos lo contrario.

Así que, ¿cómo hacerle para organizar a tantos individuos rebeldes, que desprecian los esfuerzos en grupo y consideran a los demás como tontos e inferiores?

Hay tan sólo una forma: EL MIEDO. Al contagiarse la población con el temor y el nerviosismo se puede dirigir a un conjunto tan bronco y disgregado. Al difundir con tono de emergencia las noticias, síntomas, recomendaciones y consecuencias nuestros conciudadanos cándidamente se abandonan al pánico y agotan en cuestión de horas las existencias de tapabocas sin darse cuenta que el virus es tan pequeño que las fibras del tejido son como bahías que permiten el paso fácilmente. No sirven para ésto.

La Organización Mundial de la Salud recomendó al gobierno mexicano que suspendiera la vacunación de emergencia ya que la cepa de éste virus es nueva. Incluso, el gobierno canadiense alertó al mexicano sobre el asunto, ya que detectó que un ciudadano del país del norte, viajó al nuestro estando infectado y propagó el virus (http://www.eluniversal.com.mx/notas/593400.html).

Y si bien, los alcances de éste fenómeno pueden ser hasta catastróficos (la ONU ya advirtió sobre la posibilidad de una pandemia http://www.eluniversal.com.mx/notas/593429.html), con un poco de precaución y cuidados se transcurre la enfermedad sin mayores consecuencias. Pero hay que ser muy disciplinado:

- si te contagias, hay que meterse a la cama de INMEDIATO. Debe uno bajar sus actividades al mínimo y lo digo como tal, sin interpretaciones, AL MÍNIMO.

- hay que entender a cabalidad que no existe medicina alguna que ayude a acabar con la infección. Pero tenemos con nosotros el arma mas poderosa, el sistema inmunológico. Por ello, hay que dotarlo de la máxima energía posible y caminar, trabajar, estudiar, bailar, subir, bajar, cocinar y cualquier actividad, le roba posibilidades a la respuesta inmunológica.

- debe uno hidratarse constantemente, ya que la fiebre genera una sudoración copiosa y como consecuencia, la pérdida de líquidos.

- la higiene es muy importante, así como una ventilación constante sin cambios bruscos en la temperatura ambiente.

- La ingesta frecuente de frutas ricas en vitaminas A y C (zanahoria, papaya, guayaba, naranja, mandarina, lima, limón y piña) no solo es recomendable, es indispensable.

- prepararse para estar convaleciente por un período de 5 a 7 dias es importantísimo.

Recuerda que yo pasé por un trance similar hace un par de semanas, así que te hablo con total conocimiento de causa.

Así que, no es un simulacro ni es vacilada, pero por nuestro carácter tan superfluo podemos llegar a consecuencias funestas para todos los habitantes del país.

A menos que el miedo nos someta al órden.