viernes, 22 de enero de 2010

EN EL METNAL. La Muerte del Ombligo Verde.

Para quienes no viven en Cancún, hay un predio que no tuvo ningún desarrollo durante muchos años, entre las supermanzanas (así se les llama a las colonias aquí) 30 y 32, por supuesto la 31. Que por obra y gracia de algún espíritu nada santo permitió que aterrizara una construcción extraña que hoy se conoce como "catedral" de Cancún (y si, es religiosa).


Pero persistía su abundante y frondosa vegetación (lo muestra la fotografía tomada de Google Earth, con la susodicha "catedral" que violó obsenamente su santuario) hasta que hace poco, unas semanas apenas, dió inicio su muerte. En un hecho inconcebible, inaudito y bastante torpe por no llamarle ridículo, el alcalde actual Gregorio Sánchez (ex-pastor y ex-locutor) decide cambiar de ubicación al palacio municipal.




La biodiversidad de ese sitio, además de la impresionante producción de oxígeno le merecieron el sobrenombre popular de "ombligo verde". El costo del cambio implica asuntos absurdos, además de la gran cantidad de dinero que eso consumirá en momentos en que le costó mucho trabajo al edil cubrir la cuota para la recuperación de playas, en que se ahoga la ciudad de basura por no pagarle a la empresa concesionada, en que las calles pavimentadas están destruidas y perforadas por el cáncer de los baches, la in-seguridad (es eso, nada seguro), crisis de identidad, valores, economía, pandillas, grafittis, drogas, alcohol, prostitución, en fin, muchos males que no se remedian de raíz. En éste escenario, se acaba con un sitio que pudo ser un parque fantástico regulador del clima y necesario para la población. Y lo peor, la maqueta que muestra orgullosamente la alcaldía presenta una nueva catedral. Si, otra, la cosa que construyeron ahora resultó ser temporal y se incorpora al diseño de edificio griego que será el palacio municipal.

¿Griego, será por el gusto de su nombre, Greg, ahora ya Griegorio? ¿Qué rayos hace una construcción de influencia griega en plena tierra maya? Es más honesto y de gran orgullo lo propio que lo ajeno, lo natural de éste sitio que lo desconectado. Pues ahí lo tienes, con todo y estatua de Sócrates o alguien así. Además, unos metros adelante, el gobierno tiene un terreno baldío, fuente de tormentas de polvo, junto a la policía y tránsito donde pudo construir su sede. ¿Porqué asesinar al ombligo verde?

¿Pero qué tenemos en la cabeza los mexicanos? Charros, lo que tengamos, huele muy mal, apesta.

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2 comentarios:

A las 23/1/10, 8:31 , Blogger Unknown ha dicho...

Como ex habitante de Cancun pero aún con fuertes lazos a esta ciudad que en verdad quiero me deja conmocionado lo que están haciendo, están más que claros los daños ambientales pero no quiero ni imaginar el caos vehicular que ocasionará la concentración de empleados y usuarios en una zona de por sí ya complicada.
Es una verdadera pena y peor cuando no hay nada que se pueda hacer para evitarlo.
Saludos.

 
A las 23/1/10, 10:03 , Blogger LUCAS ha dicho...

Hola Camilo. Que bueno verte por aquí. Concuerdo contigo sobre todo en el aspecto vial.

Como podrás comprender, ahora viviremos en el centro (gulp) y las consecuencias para el tránsito automovilístico aún son insospechadas.

Time to go?

 

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